viernes, 5 de febrero de 2016

AYER, HOY Y MAÑANA.



       Los primeros días en la cárcel, y también las primeras semanas fueron difíciles para mí. Aparte de la propia situación que enfrentaba, también me causaba gran aflicción cuando otros internos eran trasladados o sancionados después de una riña o pelea. Aun considerando que el módulo donde yo me encuentro es de “conducta”, y por lo tanto, las situaciones violentas son excepcionales.

       Los años aquí encerrado, preso, secuestrado; me curtieron como para no sentirme afectado ante situaciones que antes me hacían daño. También se termina teniendo otro entendimiento sobre las situaciones particulares que afectan a otros internos.

       Y es que antes –al principio- cuando veía a alguno enganchado a sus adicciones que solo podía calmar con pastillas y con cigarros, me dolía el corazón. Ahora ni siquiera registro quienes, como ni cuando calman sus necesidades.

       Es por estas cuestiones y otras muchas más, que tengo el convencimiento de  lo inútil y absurdo que es el pensar que la cárcel puede sociabilizar o recuperar a los presos.

       Y tengo otro convencimiento que cada día se hace más firme:

       Las cárceles tendrían que estas habitadas por lo corruptos políticos, los criminales corruptos jueces y fiscales que se demuestre su ilícito comportamiento.

       Así lo considero, porque cuando un juez o fiscal son capaces de enviar a prisión a personas inocentes, con el único fin de encubrir delitos y delincuentes criminales; solo les tendría que quedar como futuro la cárcel… Esa cárcel que yo rechazo para la sociedad civil, para los ciudadanos que somos manipulados, engañados y estafados por políticos y magistrados que también hacen política.

       Creo que lo único positivo que se genera en una persona al estar presa, es el sentimiento profundo de desprecio por el Sistema y sus representantes.

       Quisiera poder dedicar el resto de mis días a convencer a personas comunes sobre la imperiosa necesidad que tenemos como sociedad de rebelarnos y rechazar las mentiras impuestas por el Sistema y sus representantes.

       Cada uno de nosotros desde nuestro lugar, en nuestras casas, en los pueblos y ciudades, en las calles y en las escuelas, en los trabajos, en las carreteras, en todos lados, uno a uno y todos juntos reclamar, denunciar y conseguir que los corruptos se tengan que apartar. Pelear por llegar a entender como individuos que no se puede ser corrupto. Que los valores fundamentales de siempre no están solo para ser nombrados en discursos o en resoluciones, sino que tienen que ser nuestro manual de práctica común.

       Al escribir esta nota me pregunto que pueden pensar algunos cuando la lean….

       ¿Podrán aquellos que yo denuncio e insulto repetidamente leer esta nota y seguir como si nada? La respuesta es SI.

       Sí, porque son ellos y muchos más como ellos son los que nos encarcelan a todos nosotros sin importarles más que sus propios egos.

       Estas cárceles serán para ellos….

       Valentín Temes Coto.

ES COPIA DE LO ESCRITO POR VALENTIN
Lolo Temes Coto.

        


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