Son tantas y tantas las cosas de la vida por las que uno se
puede sentir feliz, que resulta difícil poder comprender a las personas cuando
nos sentimos desgraciados.
Lamentarse, amargarse y sufrir sin descanso cada adversidad no
puede generar nada bueno para uno, ni para los seres queridos que uno tiene cerca.
Es una cuestión de actitud, la que se necesita aplicar para
poder llevar el día a día con la mayor normalidad, aunque uno se encuentre
enfrentando una situación dramática e
injusta.
La actitud requerida para enfrentar la adversidad, es
aplicable a todo tipo de situaciones, tanto límite como cotidianas.
Uno de los mayores problemas que nos encontramos socialmente,
es que nos faltan garantías a los ciudadanos comunes para enfrentar gran
cantidad de esas situaciones, que nos obligan a estar en medio de varios
conjuntos de organizaciones o sistemas como puede ser el carcelario, el
judicial, el sanitario o el administrativo.
Somos tan imperfectos los seres humanos, que no conseguimos a
lo largo de millones de años de evolución, encontrar solución a cuestiones
básicas como la corrupción.
Nos pasamos la historia creando y firmando acuerdos y
manifiestos, que también llamamos leyes y tratados que son burlados para interpretación propia por la mayoría de los privilegiados
que pueden hacerlo.
A más de dos mil años de haberse inventado una de las mejores
y falsas historias de la humanidad, solo podemos tratar de conseguir
desarrollar una actitud positiva que nos permita enfrentar de la mejor manera
posible una existencia monitoreada por otros…no por nosotros mismos.
No tengo duda alguna cuando manifiesto mi total desprecio por
cualquier tipo de creencia religiosa, que asegura tener respuestas a todas las
propias tropelías que sus profetas y representantes repiten día a día.
Y lo antes manifestado, no se corresponde con una actitud de
creer o no creer; sino con la plena aptitud de poder pensar y entender algunas
de las muchas mentiras y miserias a las que somos condenados desde el día en
que nacemos.
Valentín Temes Coto.
COPIA EXACTA DEL ESCRITO DE VALENTIN
Lolo Temes Coto.
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