jueves, 14 de enero de 2016

COBARDE, COBARDES, COBARDÍA.......



       Que cobarde me siento cuando trato de entender muchas cosas que desconozco.

       Cobarde por reconocer que desconozco y por tratar de entender las mentiras y engaños que leo y escucho.

       También cobarde por no enfrentar desde hace años atrás, todas las verdades impuestas por una sociedad que es centro del desarrollo humano y cobarde.

       Soy un gran cobarde por sentirme valiente, y hacerlo cuando me humillaron miserablemente desde el poder establecido y dirigido por los más cobardes.

       Somos todos cobardes porque sabemos que nada es lo que parece, ni siquiera nuestra propia cobardía.

       Somos cobardes porque tardamos en ser valientes y enfrentar la opresión, la corrupción y el delito.

       Seguimos siendo cobardes cuando nos negamos al cambio, a lo nuevo, a dar lugar y oportunidad a gentes nuevas que suelen tener el ideal de querer cambiar nuestras inveteradas cobardías.

       Nos mantenemos enganchados a las falsedades manipuladas con las que fuimos criados, porque tenemos miedo a descubrir la verdad que nuestra cobardía enmascara.

       Vivimos como animales domesticados que tienen la represalia del amo, del dueño, del tirano que los utiliza y pregona ser su protector cuando les entrega el premio de la comida, el agua o una simple caricia.

       Cobardes al hablar, al escribir, al bailar, al llorar….al vivir. Siempre cobardes y dóciles detrás de los que están a cargo de mantener vivos nuestros temores.

       Tan cobardes somos que incluso llegamos a buscar como escapar de la muerte durante la mayor parte de nuestra propia vida.

       Tan inmensamente cobardes somos, que en rechazo de nuestra realidad, inventamos un “algo” al que llamamos destino…

       El único destino que existe es la realidad de convertirnos en cobardes después de nuestros primero días de vida.

       Es tal la deformación psicológica que tenemos, que en raras ocasiones llegamos a descubrir lo inmensamente enterrados que nos encontramos en nuestra cobardía.

       ¡¡Perdón!! Perdón por seguir siendo un cobarde y no escribir aquí claramente lo que muchas veces pienso que deberíamos hacer de una vez por todos los cobardes….

       Valentín Temes Coto.




COPIA LITERAL DE LO ESCRITO POR VALENTIN

Lolo Temes Coto.

      


       

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