miércoles, 20 de enero de 2016

MAÑANA.

.

       Podré caminar por una playa disfrutando del mar en mis pies y del sol en mi frente.

       Llenará mi pecho el aire puro y fresco que esas costas de mi tierra regala cada día.

       Cantaré en mis caminatas esas letras de canciones que nunca se pueden olvidar.

       Hablaré con muchas personas que no sabrán nada de mí, y escuchare a unas pocas que aún me  quieren.

       Viviré con plenitud cada hora, cada día y cada momento por pequeño que sea.

       Es seguro que volveré a reír y a llorar, y también es posible que aun pueda perdonar.

       Tal vez lo más difícil será poder soñar, ser capaz de ausentarme de la realidad, sin importar cual ella fuese.

       Tampoco podré olvidar. Jamás conseguiría dejar a un lado estos últimos cinco años robados.

       Que fácil puede resultar ser feliz con “tan poco”. Aunque ese “tan poco” resulte de incalculable valor para el que no tiene posibilidad de caminar, de respirar y cantar en una playa.

       Y también podré brindar por la memoria de algunas personas que conocí desde aquel 2010. Son personas muy variadas y distintas. También algunos son muy similares. Algunos buenos y otros malos. Inteligentes y básicos, casi incultos otros muchos.  Hombres y mujeres, unos funcionarios y otros particulares. Unos presos y otros libres… pero casi todos delincuentes.

       Después llegará el ocaso, la tarde donde el sol no caliente mi frente, ni el agua del mar bañe mis pies. Y será en ese día que solo se mantengan los recuerdos en aquellos pocos que hoy me quieren, mañana me disfrutaran; y ese día me llorarán.

       Valentín Temes Coto.


ES COPIA DEL ESCRITO DE VALENTÍN.
Lolo Temes Coto.


      
       

No hay comentarios:

Publicar un comentario