Un Sr. llamado Emmanuel Carrére dijo: “Los creyentes no creen en lo que ven, sino
que ven lo que creen”. “Ven lo que creen y no creen lo que ven. Notable. Pero
¿cómo pueden actuar así personas más o menos racionales?” “Hay muchas maneras
de sostener una creencia, empezando por la circunstancia elemental de que la
memoria es siempre selectiva. Entonces, basta con ignorar las evidencias
contradictorias. Levantas la voz para no oír o te pones violento o pegas media
vuelta y te vas.” “Claro, o dices que el otro es un enemigo y que las fuentes
de sus datos son falsas.”
Estas
frases con contundentes y concretadas a la hora de dar explicación al comportamiento
cotidiano de la mayoría de nosotros.
Somos
individuos educados para ver y defender lo que creemos; lo que nos hicieron creer.
Necesitamos
años de vida y de experiencia, para lograr creer solamente en lo que vemos y
entendemos. Dejar atrás los prejuicios y los pensamientos dogmáticos suele ser
tarea de más de media vida para algunos. Y son muchos más los que completan sus
vivencias defendiendo sus creencias sin entender la realidad que los rodea.
Lamentablemente
para la raza humana, resulta que la mayoría de las clases dominantes -tanto en política
como en el ámbito empresarial, intelectual y aún más grave, en el terreno
judicial-, son los representantes máximos de los creyentes que no creen en lo
que ven, sino que solo ven lo que ellos creen…..
El modo
en que funcionan y cómo actúan los juzgados y magistrados del Sistema Judicial,
son una clara demostración de poder de aquellos creyentes que solo ven lo que
creen y desprecian sin disimulo alguno las evidencias contradictorias.
Jueces,
fiscales y secretarios judiciales se reúnen con religiosos –donde se incluye al
Papa-, y con civiles designados por la Iglesia, para ser adoctrinados en ver lo
que la Iglesia les hace creer. Conseguir que desde los dogmas del Catolicismo
se pueda direccionar a una parte del Poder Judicial argentino, está siendo una
prioritaria tarea para los representantes de la Iglesia Católica.
No tengo
un solo día donde no me escandalice por las acciones de la Iglesia, y de todos
aquellos políticos y magistrados que peregrinan al Vaticano para buscar la
protección del siniestro Papa Francisco, que ya sin ocultar mínimamente su
doble discurso, va trazando sus acciones políticas populistas de acuerdo al
oscuro manual peronista, que utilizan tanto para referirse a Jesucristo como a
Juan Domingo Perón.
Estos dos
personajes de la historia, antes mencionados (Jesucristo y Perón), bien pueden
servir para ilustrar el ejemplo de aquellos que solo ven lo que creen, y que
para mayor desgracia de la humanidad, llevaron a muchos a no creer lo que ven,
aun cuando tenían a la vista las mentiras y falsedades que esos dos siniestros
personajes ejecutaron en sus vidas reales o virtuales, creadas por sus fieles y
ciegos de razón que son y fueron sus representantes.
Valentín Temes Coto.
COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto
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