jueves, 22 de diciembre de 2016

-AL SOL-

        Sentado al sol en mi silla de plástico, trato de evitar las sombras que ocupan la mitad del patio de 15x10 m.
        Son las nueve y media de la mañana, la  mayoría de los treinta internos del pabellón se fueron a trabajar….Tengo todo el patio y todo el sol para mi uso y disfrute.
        En este instante; el que recién ya pasó, me decidí a ir a buscar mi mesa de plástico de 0,80x0,80 m., para escribir esta nota bajo el firme sol que me libera de los muros y rejas.
        Mesa, silla y bolígrafo de plástico me acompañan junto a un cuaderno recién empezado con 80 hojas rayadas. Plástico maldito que me permite disfrutar de estos pequeños lujos carcelarios que sin el plástico maldito no existirían.
        Cada cinco o diez segundos tengo que pasar mi mano sobre el papel rayado que se cubre de una fina capa de polvo, de broza -que así se llama esta tierra-; y esa broza que se mete en la ropa, en los ojos y en los pulmones.
        Si alguien hubiere estudiado el terreno donde se construyó esta cárcel hace quince o dieciséis años, entenderían que el agua y la tierra de este lugar son nocivos para la salud de los presos y de los funcionarios que aquí trabajan.
        Me pregunto si es posible encontrar alguna lógica, o razón sensata para la mayoría de los emprendimientos estatales, que suelen estar ensuciados por la corrupción cuando los aprueban, cuando los construyen, y aún más cuando los utilizan.
        Y siempre es más de lo mismo, se mire como se mire, y se presente como se presente la gente común somos las víctimas por activa y por pasiva de la corrupción y desidia que unos y otros dominantes aplican en sus tareas.
        Mientras los legisladores buscan como protegerse y asegurar su futuro de impunidad, para seguir cometiendo sus tropelías y vivir como seres privilegiados; los gobernantes de turno ejecutan la legislación que les permite enriquecerse y afianzarse en el poder. Y ante la actuación de unos y otros, está el omnipotente Poder Judicial que trata de engañar a la ciudadanía poniendo límites a los gobernantes y “bailando” sobre aquellas leyes y normas que sus legisladores les envían para hacerlas cumplir….por el pueblo llano.
        Leyes que no tienen el mismo peso para todos, ya que no todos somos iguales ante la Ley.
        Ellos; los unos, los otros y los otros más viven de forma privilegiada abusando de nosotros, y haciéndonos creer que ellos son los garantes imprescindibles de nuestra sociedad democrática y exitosa.
        Todos ellos son falsos y mentirosos, salvando unas cuantas y raras excepciones.
        Toda su teoría es igual de falsa que la doctrina de la religión católica que aun hoy en pleno s. XXI  permite que sus representantes abusen de seres indefensos, y se esconden en la misericordia de sus sotanas. Otros pueden matar y ser bendecidos en nombre de Dios para poner orden en la Tierra…..
        Tengo que correr la mesa y la silla para poder poner fin a esta nota y seguir sintiendo el sol en mi frente…..Es lo único que aún no pudieron robarnos.
        Valentín Temes Coto.
       

 NOTA COPIADA DE LA ESCRITA POR VALENTIN
Lolo Temes Coto.

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