Cuando uno decide ayudar a una persona que necesita
algo de lo que uno puede aportar, normalmente se cometen varios errores que a
posterior suelen resultar más o menos costosos y dolorosos, según el caso.
Prácticamente
resulta de imposible complimiento la obligación de ayudar sin evaluar los
costos de dicha ayuda. Es este punto, todas las frases que la religión católica
nos presenta son fantasías y metáforas para encandilar los ánimos de aquellos
que dicen creer.
Lo cierto
es que ayudas desinteresadas en la vida hoy pocas. Es decir, que son contados
aquellos que están dispuestos a ayudar sin esperar nada a cambio……
Yo tengo
la inmensa fortuna de conocer y tratar con algunas de esas contadas personas
que están dispuestas a ayudar, sin preguntar: ¿Y?
Ser
querido y ayudado por ese contado grupo de personas, permite tener una
fortaleza interior que se convierte en el “pago” para aquellos que están
dispuestos a darlo todo por uno.
No es
nada fácil el poder escribir en un escrito, lo que realmente supone y
representa, el tener la convicción de estar realizando una tarea justa y noble,
aun cuando al mismo tiempo estas empeñando tu propia vida y la de tu gente.
Ayer
llegó un mensaje por teléfono. Alguien decía que necesitaba ayuda a como diese
lugar, para poder ser libre, y lograr olvidar seis años de cárcel….
El que
envió el mensaje no estaba preso, pero se sentía encarcelado en sus propias
acciones, ya que cuando tenía que haber sido valiente y honesto, prefirió
torcer la mirada y taponar sus oídos para
no escuchar nuestros reclamos.
Mañana recibirá
la ayuda que necesita para poder seguir con su vida mediocre y simple. La vida
de aquel, que como tantos otros no supo ser noble, y enfrentar la verdad aun
desde el lado más difícil de la cruel realidad.
Tal vez
mi ayuda le resulte incomoda, llegando incluso a no entenderla. Imagino que esa
ayuda significara para esa persona algo desconocido e imaginario, pero yo tengo
la certeza de que mi libertad representará la
mejor ayuda para poder enfrentar su futura vida de prisión.
¡Todo
pasa, y todo llega!
Valentín Temes Coto
NOTA COPIADA DE LA ESCRITA POR VALENTIN.
Lolo Temes Coto
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