lunes, 31 de octubre de 2016

SON.....UNA CASTA.

        ¿De qué forma o manera puede una persona defenderse de una imputación penal siendo inocente, sin terminar sufriendo graves daños, tanto psicológicos y físicos, como económicos, familiares y sociales? La respuesta es simple y concreta: No existe forma o manera de no salir perdiendo; aun cuando termines absuelto o con falta de mérito.
        Es decir, que los ciudadanos estamos indefensos ante el accionar equivocado, exagerado, o delictivo de la Justicia.
        Los derechos de cualquiera de nosotros son violados e ignorados ante cualquier requerimiento judicial, aun por infundado que este pueda llegar a ser.
        Así las cosas, y estando absolutamente demostrados los dichos aquí mencionados, pienso que resulta totalmente justificada la postura de absoluto desprecio por todo lo que se gestiona y consume en los más diversos Tribunales.
        Sería necesario realizar un cambio integral del Poder Judicial, para conseguir que la ciudadanía pudiese llegar a confiar, y a sentirse respaldada por los Tribunales y por sus integrantes.
        Es obsceno, humillante y perverso el concepto mayoritario que tienen los funcionarios judiciales sobre la realidad humana que  hace a una persona cuando aparece dentro de un expediente, tanto sea querellante o imputado.
        La depreciación del criterio implementado es de tal magnitud, que incluso personas honestas, coherentes y justas que cumplen como funcionarios judiciales, terminan actuando como seres incapaces e inconsecuentes ante situaciones claras y simples.
        Y el efecto peor y más costoso para la sociedad, se produce cuando actúan los corruptos sin escrúpulos que están escondidos en medio de aquellos ineficientes, simples y vagos que conforman el Poder Judicial, junto también a una minoría correcta, eficiente, y honesta clase de funcionarios judiciales; que suelen ser perseguidos y apartados por la mayoría señalada en primer lugar.
        Considero de imposible solución a corto plazo esta situación actual del Poder Judicial. Creo que serán necesarias varias generaciones, para conseguir lograr una notable mejoría de la actual realidad.
        Pero también es posible, casi probable que jamás consigamos solucionar la problemática que hoy nos daña. De ser ese nuestro futuro, y no poder encontrar soluciones como las que refieren a la implementación de inteligencias artificiales; estaríamos ante una nueva etapa oscura de la humanidad, como ya ocurrió siglos atrás.
        Cuando una profesión se convierte en una determina clase social, dentro de la cotidiana y habitual, estamos ante inmensos y peligrosos problemas colectivos.
        Algunos lo llaman CASTAS.

        Valentín Temes Coto.

COPIA LITERAL DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto.

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