-PENSÉMOSLO-

        En una tarjeta SIM de 16 GB, tengo un total de 14.000 libros.

        El mayor promedio de lectura diaria se da en la India, donde dedican 10 horas a esa sana actividad.

        Si yo leyese –cosa que no hago-, 10 horas por día, al año serian 3.650 horas de lectura.

        Calculando un promedio de 10 horas por libro, para poder leer esos 14.000 libros de mi biblioteca digital, necesitaría más de 38 años de vida…..

        Esta es nuestra realidad como personas, aun aplicando promedios de lectura que la gran mayoría no puede cumplir.

        Otra cuestión pasa por recordar, entender y asimilar el contenido de la lectura de esos 14.000 libros tan variados. Imposible seria llegar a un resultado óptimo de comprensión y conocimiento.

        Pero una máquina inteligente (que ya existe), puede leer y retener toda la información de esos 14.000 libros en unos pocos minutos de procesamiento.

        Por lo tanto y para entender claramente cuál es el estado de situación, calculo que cuando yo llegase a los 91 años habría conseguido completar la lectura, mientras dos generaciones más de individuos ya estarían viviendo junto a mí. Yo estando senil, y siempre en el  mejor de los casos habría tardado media vida en intentar conseguir lo que ya hoy una maquina hace en minutos.

        Tenemos que conseguir que las “maquinas” puedan asimilar la lectura de esos 14.000 libros, más el resto de los millones de libros que completan nuestra cultura, y hacer posible un Mundo mejor.

        La tecnología empapada del conocimiento Universal tendrá que ser quien controle nuestra actividad en el futuro inmediato, puesto que de  lo contrario seremos nosotros mismos los que terminaremos por llegar a poner fin a nuestra propia raza humana.

        Serán algunos malvados que solo tienen una visión personal y egocéntrica, los que se opongan a llegar a ser controlados y dirigidos por Inteligencias Artificiales creadas para las funciones específicas designadas.

        Sin duda que aquellos que se creen seres superiores a los demás, que incluso creen estar cumpliendo con los designios de su Dios, se opondrán a la razón del conocimiento y la lógica.

        Aquellos que puedan decidir y deciden sobre la vida de sus semejantes sin mayor responsabilidad que la que su propio espejo le exige, serán otros de los que se negaran a la implementación. Estos nefastos personajes pasarán al retiro, al ostracismo, a la nada misma; porque nada tendrán para aportar a lo nuevo.

        Tengo el convencimiento de que estos pensamientos propios ya fueron anteriormente evaluados por gentes que están trabajando en estos rumbos. Espero poder llegar a disfrutar de esas primeras implementaciones de la lógica y la razón.

        Pensémoslo, y no tengamos miedo a lo nuevo y a lo desconocido. ¡Lo necesitamos!

        Valentín Temes Coto.

LITERALMENTE COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN.

Lolo Temes Coto.