Hace ya un tiempo atrás había escrito varias notas
donde contaba el caso de José Martin Martin. Un ciudadano español detenido en
Argentina, afectado por un tumor en el paladar, y que estaba pendiente de ser
juzgado para poder regresar a España (Islas Canarias) y operarse en un ambiente
médico y familiar mucho menos hostil, que el que está obligado a soportar en la
cárcel de Argentina.
Lo
lamentable fue que aun a pesar del pedido de condena por parte del fiscal de
cinco años y seis meses, el Tribunal lo condenó a 14 años. Con lo cual, Martin
aun no puede acceder al beneficio de la expulsión a mitad de condena.
Sin
entrar a valorar en esta nota la cuantía de la pena impuesta a Martin, y el desempeño
de su abogado como responsable de semejante condena -la mayor de todos los
imputados en la causa, incluyendo a financistas y organizadores-, me encontré
con la triste noticia de que el último estudio médico realizado a Martin, por
causa de sus crónicos dolores de pecho de los que desde hace cuatro años se viene
quejando en la cárcel; le fue diagnosticado un nuevo tumor de seis centímetros de
largo, alojado entre los pulmones y el corazón. Dada su ubicación, resulta
imposible el poder realizar una biopsia para poder conocer su naturaleza.
Tanto el
Tribunal como el Consulado Español, ya están anoticiados de esta nueva y penosa
situación del ciudadano español, que ahora enfrenta la urgencia de ser sometido
a una intervención facial por el primer tumor, más la casi segura necesidad de
tener que ser tratado con quimio-terapia por el nueve tumor detectado.
Deseo de
corazón que José Martin Martin pueda enfrentar su cruel realidad con fuerza y
tesón para tratar de salir adelante; aunque realmente considero que continuando
preso, y teniendo que soportar traslados inhumanos para alguien que requiere
cuidados sanitarios externos ante la gravedad de sus males; no conseguirá ganar
la batalla contra el cáncer y la justicia al mismo tiempo.
El caso
de Martin Martin es otro claro ejemplo de la irracionalidad, desidia y falta de
sentido común con que se desempeñan SS.SS. a lo largo y ancho de la Argentina.
También -insisto- es un caso para poder analizar la realidad que refiere a los
abogados, y que hacen que con su actuar generalizado, los Tribunales puedan
cubrir sus falencias escandalosas encontrando a culpables a quien condenan
despiadadamente (14 años) mientras absuelven a otros que pueden pagar las
tarifas y costos de un proceso penal manipulado.
José
Martin Martin, fue condenado a la pena de muerte, ya que sus jueces conocen
perfectamente el estado físico y psíquico del mismo.
Esta nota
solo tiene el objeto de dar a conocer una realidad que como tantas otras queda
escondida dentro de un expediente judicial que nadie lee y nadie pública ni
denuncia.
Valentín
Temes Coto.
COPIADO DE LO ESCRITO POR VALENTIN.
Lolo Temes Coto.
Hola.
Como una pequeña ampliación a la nota de mi Hermano, no
puedo dejar de hacerles este comentario personal, de algo que soy conocedor y
deseo hacerlo público en este medio.
Conozco a José Martin Martin personalmente por mis visitas a
Valentín, y hable muchas veces con él, habiéndole inclusive atendido en varias
ocasiones en encargos que me pidió le gestionara, pues no tiene a nadie en
Argentina que le preste apoyo.
Dicho esto, la versión de lo acaecido en el juicio que
condenó a este Hombre a 14 años de prisión, fue originada por la ineficacia -o lo que se le quiera llamar- del
propio abogado defensor de Martin, pues estando previamente al juicio de
acuerdo con el fiscal en pedirle este una condena de cinco años y seis meses aceptando
haber cometido el hecho; va el abogado en los alegatos y, defiende la inocencia,
con lo cual tiro por tierra el pedido del fiscal, dado que el Tribunal lo sentenciaría
en lo solicitado de los cinco años y seis meses, con lo cual estaría hoy libre
al convalidársele el tiempo que lleva en prisión desde hace años.
Qué triste, ¿verdad?
Lolo Temes Coto.
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