jueves, 13 de octubre de 2016

NO HAY LUGAR A DUDAS.

        Ser buena o mala persona; hacer bien o hacer mal las cosas; estar en lo cierto o estar equivocado; ser correcto o incorrecto…. Todo es opinable. Son dicotomías que generan voces y opiniones totalmente opuestas. Lo que para uno puede ser bueno, para otro es malo. Lo que a uno le parece bien, a otros le parece mal.  
        Normalmente ante estas disyuntivas las partes presentamos argumentaciones que suelen ser lógicas y racionales. No hay verdades absolutas cuando estamos presentando nuestras ideas, ideales o creencias.
        Pero cuando los planteos refieren a datos concretos de números, fechas, leyes; las polémicas y las demagogias se quedan sin espacio real y racional posible.
        Un ejemplo simple y básico. “Ante una señal de STOP, es obligado detener la marcha”. No hay posibilidad de intentar justificar la no detención total ante dicha señal de STOP.
        Esa norma de circulación internacional y clara no admite polémica. Es una ley de obligado cumplimiento que nadie puede incumplir. El agente de circulación es el encargado de sancionar al imprudente que no respeta esa señal de STOP. Ese agente de circulación, es el juez que condena al ciudadano que no cumple y respeta la ley….
        ¿Qué ocurre cuando es el juez el que incumple las leyes en beneficio propio?
        El STOP y la LEY son de obligado complimiento para todos los ciudadanos. Todos los ciudadanos somos iguales ante la JUSTICIA (LEYES).
        ¿Realmente podemos llegar a creer que todos somos iguales ante la ley? ¿Seguro que el STOP es respetado por todos y cada uno de los agentes que los controlan?     ¡NO!
        Claro que no somos todos iguales ante la ley; porque cuando los jueces violan la ley de manera flagrante, resulta prácticamente imposible conseguir que el Sistema permita tomar alguna medida preventiva contra aquellos que a prima facie incumplieron con sus obligaciones y cometieron delitos graves.
        Pero más grave y terrible es cuando los colegas jueces que tienen que tratar sobre los delitos constatados que cometieron esos jueces denunciados, se niegan e intentan por cualquier medio encubrir y defender a sus colegas.
        No tengo duda alguna posible sobre las grandes falencias que existen en nuestros Sistemas Judiciales, donde jueces y fiscales actúan normalmente con un claro desprecio de las leyes, para someter a la sociedad civil y conseguir así perpetuarse en sus puestos de poder e impunidad prácticamente absoluta.
        Del respeto social merecido, por el cargo que desempeñan, muchos se pasan al uso y abuso de ese cargo en beneficios propio.
        Cada día que pasa, y cuanto uno más resoluciones de jueces y dictámenes de fiscales va leyendo; más me convenzo y mucho más me fortalezco, de que la lucha hoy entablada desde mi defensa técnica y con el apoyo de mi familia, es lógica, sana y necesaria para conseguir ver procesados, encarcelados y condenados a aquellos magistrados que no solo fueron capaces de encarcelarme injustamente, sino que también intentaron terminar con mi vida.
        A todos ustedes que leen este Blog, les digo que no es opinable el actuar criminal, delictivo, corrupto de los magistrados denunciados.
        ¡Están las pruebas!

        Valentín Temes Coto.

LITERAL COPIA DE LO ESCRITO POR VALENTIN.
Lolo Temes Coto.

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