Ser buena
o mala persona; hacer bien o hacer mal las cosas; estar en lo cierto o estar
equivocado; ser correcto o incorrecto…. Todo es opinable. Son dicotomías que
generan voces y opiniones totalmente opuestas. Lo que para uno puede ser bueno,
para otro es malo. Lo que a uno le parece bien, a otros le parece mal.
Normalmente
ante estas disyuntivas las partes presentamos argumentaciones que suelen ser
lógicas y racionales. No hay verdades absolutas cuando estamos presentando
nuestras ideas, ideales o creencias.
Pero
cuando los planteos refieren a datos concretos de números, fechas, leyes; las polémicas
y las demagogias se quedan sin espacio real y racional posible.
Un
ejemplo simple y básico. “Ante una señal de STOP, es obligado detener la marcha”.
No hay posibilidad de intentar justificar la no detención total ante dicha
señal de STOP.
Esa norma
de circulación internacional y clara no admite polémica. Es una ley de obligado
cumplimiento que nadie puede incumplir. El agente de circulación es el encargado
de sancionar al imprudente que no respeta esa señal de STOP. Ese agente de
circulación, es el juez que condena al ciudadano que no cumple y respeta la ley….
¿Qué ocurre
cuando es el juez el que incumple las leyes en beneficio propio?
El STOP y
la LEY son de obligado complimiento para todos los ciudadanos. Todos los
ciudadanos somos iguales ante la JUSTICIA (LEYES).
¿Realmente
podemos llegar a creer que todos somos iguales ante la ley? ¿Seguro que el STOP
es respetado por todos y cada uno de los agentes que los controlan? ¡NO!
Claro que no somos todos
iguales ante la ley; porque cuando los jueces violan la ley de manera
flagrante, resulta prácticamente imposible conseguir que el Sistema permita tomar
alguna medida preventiva contra aquellos que a prima facie incumplieron con sus
obligaciones y cometieron delitos graves.
Pero más
grave y terrible es cuando los colegas jueces que tienen que tratar sobre los
delitos constatados que cometieron esos jueces denunciados, se niegan e
intentan por cualquier medio encubrir y defender a sus colegas.
No tengo
duda alguna posible sobre las grandes falencias que existen en nuestros Sistemas
Judiciales, donde jueces y fiscales actúan normalmente con un claro desprecio
de las leyes, para someter a la sociedad civil y conseguir así perpetuarse en
sus puestos de poder e impunidad prácticamente absoluta.
Del
respeto social merecido, por el cargo que desempeñan, muchos se pasan al uso y
abuso de ese cargo en beneficios propio.
Cada día
que pasa, y cuanto uno más resoluciones de jueces y dictámenes de fiscales va
leyendo; más me convenzo y mucho más me fortalezco, de que la lucha hoy
entablada desde mi defensa técnica y con el apoyo de mi familia, es lógica,
sana y necesaria para conseguir ver procesados, encarcelados y condenados a
aquellos magistrados que no solo fueron capaces de encarcelarme injustamente,
sino que también intentaron terminar con mi vida.
A todos
ustedes que leen este Blog, les digo que no es opinable el actuar criminal,
delictivo, corrupto de los magistrados denunciados.
¡Están
las pruebas!
Valentín
Temes Coto.
LITERAL COPIA DE LO ESCRITO POR VALENTIN.
Lolo Temes Coto.
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