Me duele profundamente no haber comprendido muchas cuestiones fundamentales sobre la
naturaleza humana, hace veinte o treinta años atrás.
De haber
yo tenido el conocimiento que hoy poseo, tendría un presente y un pasado muy
diferente; y por lo tanto también sería otro el futuro que me espera.
El
tiempo pasa muy pronto cuando se entiende varios de los principios básicos de
la humanidad. Lo malo está en que a unos nos hace falta más de media vida para
lograr tener ese entendimiento básico, que permite entender y decidir sobre las
circunstancias propias de la vida de cada uno.
Resulta
fundamental poder tener dominio de la propia mente, para poder ser realmente el
protagonista de nuestra vida sin estar siempre a merced de los demás.
Dominar
la voluntad propia, ser capaz de interpretar a los demás, no juzgar ni opinar
instintivamente ni de forma superficial sobre tal o cual cuestión que se nos
presenta. Ver, escuchar y fijarse en cada detalle que nos permita conocer más
sobre lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Hablar lo justo y necesario
como para ser comprendido sin resultar invasivo ni cargoso. Y reír, reír todo
lo más que se pueda de forma diaria…… Todas estas cuestiones son fundamentales
para poder vivir la vida propia de cada uno, con un tolerable grado de
independencia y libertad.
Es una
experiencia muy fuerte para una persona, cuando descubre un día –quizá el menos
pensado-, que tiene una forma distinta de ver y valorar las cosas que durante
sus años anteriores, interpretada de forma distinta. Poder pensar por uno
mismo, descubriendo que hasta ese momento eran otros que nos manipularon a lo
largo de nuestra vida.
Ser
libre de pensamiento, sin destruir todo lo que se presenta frente a nosotros,
Tener la grandeza de respetar y de valorar a los que piensan diferente.
Conseguir ignorar sin causar daño a todos los que no suponen beneficio para
nosotros mismos.
Todo
esto y mucho más, es lo que uno puede llegar a conseguir cuando se logra
entenderse a sí mismo, y se puede llegar a sentirse libre.
La mente,
lo profundo de nuestro ser, tal vez lo más valioso de todo nuestro ser, está en
poder pensar por uno mismo aceptando los errores y falencias propias como parte
de nuestro propio yo.
Pensar
con libertad y entendimiento nos permite vivir en libertad, aun cuando nuestro
cuerpo es obligado a estar recluido entre paredes y rejas.
Con el
entendimiento propio se puede conseguir prácticamente todo lo que uno se pueda
imaginar; pero sin la mente liberada, cualquier nimiedad de la vida cotidiana
nos supera y acorrala constantemente durante años.
Aprender
a pensar y descubrir todo lo que no creíamos desconocer, puede y debe
convertirse en la mayor y más importante experiencia de vida para cualquiera.
Valentín
Temes Coto.
COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto.
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