La sabiduría
suele dar prudencia al que la posee. Y la ignorancia, por el contrario, nos
hace ser valientes, cuando actuamos.
Prudencia
y valentía conjugados y bien presentados, pueden llegar a dar soluciones a
cuestiones difíciles, y de variada complejidad.
En muchas
ocasiones, y ya cuando las decisiones tomadas nos llevan al límite de una
disputa, resulta imposible tener la prudencia necesaria para perder lo menos
posible. Así, en este escenario de conflicto culminante solo queda el tener el
valor y la decisión de seguir adelante hasta las últimas carencias.
Resulta
fundamental en este punto, el poder valorar las acciones del contrario, para
poder definir si actúa con prudencia o valentía…. Y al ver ciertas acciones
desesperadas y de gran improvisación, se puede presumir que es la ignorancia, y
la maldad las que motivan esas acciones irracionales que son escritas y firmadas
por personas que deberían tener y presentar altos niveles de sabiduría y
prudencia.
¿Qué es
lo que ocurre en estas gentes, para actuar de forma tan escandalosa y
arbitraria?
Son
delincuentes convencidos de su propia impunidad, lo que los hace llegar a
cometer delitos a la vista de la propia sociedad que los reconoce. Son personas
que llegan a destruir y falsificar pruebas que los pueden llegar a comprometer
penalmente. Y lo hacen escribiendo unas cuantas líneas sin sentido alguno, y
poniendo al final su sello y su firma de jueces del Tribunal Oral Penal Económico
Nº 3.
Es simple
y claro, amén de muchas otras cuestiones, que alguien que es capaz de adueñarse
de propiedades urbanas de otros para cobrar sus honorarios de abogado (fue
antes de ser nombrado juez)…..El otro que se santigua para acto seguido poder
encubrir delitos de terceros y firmas resoluciones fraudulentas encomendándose “fanáticamente”
a su Dios….. Ella, la que entregó sus dignidad a los mezquinos que le pagaron
con nombramientos de cargo sus favores de humanidad, para más tarde ser capaz
también de vender su firma como jueza de la Nación al grupo de narcotraficantes
y políticos que la gratificaron… Todos ellos y alguno más sin simplemente
delincuentes con el título de juez, sin sabiduría ni prudencia. Solo se guían
por su codicia y altanería, que los lleva a actuar como cobardes ignorantes, y
mezquinos mercaderes de sentencias.
Valentín
Temes Coto.
LITERALMENTE COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto.
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