Sencillamente
posible, puede ser que la mayoría de las personas podamos creer que la
democracia es el mejor, o el menos malo de los sistemas creados, para vivir en
paz y prosperidad….
Y es así como yo
siempre lo había entendido, ya que desde los doce años viví en democracia, y
solo conocí las historias de la dictadura de Franco por voces de otros.
Es por esto que
yo hoy, aquí privado ilegalmente de mi libertad, me permito poner en duda la
realidad del sistema democrático que decimos tener en los países occidentales.
O por lo menos, me atrevo a plantear que son muchas las falsedades que dibujan
las democracias de países como Argentina y España.
Y voy a
concretar en un solo punto, para no dispersarme en cuestiones de imposible
análisis en dos páginas de papel.
El punto, y es
un complejo punto, se refiere al ciudadano.
El ciudadano
-nosotros-, nace y es manipulado por el Sistema. El ciudadano crece y vive
condicionado y monitoreado por el Sistema, que hábilmente lo lleva a creerse un
ser libre. El ciudadano llega a creer que puede decidir sobre su presente y
futuro, incluso con la posibilidad de decidir si quiere tener hijos, y como
educarlos y orientarlos. El ciudadano muere en la mayoría de los casos
convencido de haber hecho lo correcto y soñando con tener una nueva vida en
otro lugar…..
Nosotros, los
ciudadanos de la Tierra creemos que somos dueños de nuestras propias vidas,
porque fuimos nosotros mismos los que desarrollamos el Sistema que nos hacer
creer en todas las mentiras y manipulaciones implementadas desde hace miles de
años.
Con sencillez,
con buen humor, con ilusiones en cada día, es como nos está permitido a los
ciudadanos vivir durante cerca de un siglo al día de hoy.
¡Pero cuidado con protestar y
desafiar al Sistema!
Todas las cosas buenas y
placenteras que el Sistema te ofrece en democracia, serán retiradas de tu
alcance y del de todos tus allegados cuando decides, o te ves obligado a
reclamar tu libertad o la de otros ciudadanos.
Y dentro de nuestra “admirada”
democracia existen por imposición unos individuos que tienen las facultades de
poder decidir sobre la vida del ciudadano común. Este conjunto de individuos son
los llamados jueces. Jueces que en su mayoría, o en su minoría son ineficientes
en el mejor de los casos, y corruptos despiadados en el peor. Pero tanto unos
como otros, son nefastos para aquellos que solo somos ciudadanos.
Valentín Temes Coto.
ESTA COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN
Lolo Temes Coto
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