miércoles, 31 de agosto de 2016

CIUDADANO, CIUDADANOS.

       Sencillamente posible, puede ser que la mayoría de las personas podamos creer que la democracia es el mejor, o el menos malo de los sistemas creados, para vivir en paz y prosperidad….
       Y es así como yo siempre lo había entendido, ya que desde los doce años viví en democracia, y solo conocí las historias de la dictadura de Franco por voces de otros.
       Es por esto que yo hoy, aquí privado ilegalmente de mi libertad, me permito poner en duda la realidad del sistema democrático que decimos tener en los países occidentales. O por lo menos, me atrevo a plantear que son muchas las falsedades que dibujan las democracias de países como Argentina y España.
       Y voy a concretar en un solo punto, para no dispersarme en cuestiones de imposible análisis en dos páginas de papel.
       El punto, y es un complejo punto, se refiere al ciudadano.
       El ciudadano -nosotros-, nace y es manipulado por el Sistema. El ciudadano crece y vive condicionado y monitoreado por el Sistema, que hábilmente lo lleva a creerse un ser libre. El ciudadano llega a creer que puede decidir sobre su presente y futuro, incluso con la posibilidad de decidir si quiere tener hijos, y como educarlos y orientarlos. El ciudadano muere en la mayoría de los casos convencido de haber hecho lo correcto y soñando con tener una nueva vida en otro lugar…..
       Nosotros, los ciudadanos de la Tierra creemos que somos dueños de nuestras propias vidas, porque fuimos nosotros mismos los que desarrollamos el Sistema que nos hacer creer en todas las mentiras y manipulaciones implementadas desde hace miles de años.
       Con sencillez, con buen humor, con ilusiones en cada día, es como nos está permitido a los ciudadanos vivir durante cerca de un siglo al día de hoy.
¡Pero cuidado con protestar y desafiar al Sistema!
Todas las cosas buenas y placenteras que el Sistema te ofrece en democracia, serán retiradas de tu alcance y del de todos tus allegados cuando decides, o te ves obligado a reclamar tu libertad o la de otros ciudadanos.
Y dentro de nuestra “admirada” democracia existen por imposición unos individuos que tienen las facultades de poder decidir sobre la vida del ciudadano común. Este conjunto de individuos son los llamados jueces. Jueces que en su mayoría, o en su minoría son ineficientes en el mejor de los casos, y corruptos despiadados en el peor. Pero tanto unos como otros, son nefastos para aquellos que solo somos ciudadanos.
Valentín Temes Coto.

ESTA COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN
Lolo Temes Coto



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