domingo, 21 de agosto de 2016

ACLARACIÓN.

       Me resulta curioso que varias personas preguntaran por el significado de la nota titulada ESA MENTIRA. Pero lo que más me sorprende, es que las preguntas llegan a través de terceras personas.
        Pueden plantear sus dudas sobre cualquiera de las notas publicadas, por medio del e-mail señalado en el Blog, y gustosamente responderé a sus preguntas.
        Agradezco el interés de cada uno de ustedes por las publicaciones aquí presentadas; y aclarando un poco más sobre la mencionada nota paso a explicar.
        El protagonista de esa nota mencionada (ESA MENTIRA) es un muchacho que pasó por esta cárcel argentina, y estando aquí detenido junto a su padre y otras dos personas, descubrió que su padre en verdad no era aquel hombre. El joven no fue capaz de soportar el engaño de haber creído tener a su padre junto a él, para terminar enterándose en la cárcel que en verdad aquel hombre lo había criado desde los dos años de edad cuando fallecida su madre, el verdadero padre decidió irse a vivir a Brasil una nueva vida.
        Yo desconozco los detalles que hacen a la situación del abandono del muchacho, y como llegó a quedar a cargo de este hombre que hizo de verdadero padre. Esta historia me llega por boca de uno de los hombres compañeros del padre del joven, y que fue quien terminó confesando al muchacho la realidad.
        Lo que yo quise plantear al contar esta historia de vida real de personas que uno prácticamente no conoce; es que la mayoría de nosotros muchas veces convivimos durante años con nuestras propias mentiras. Mentiras conocidas por nosotros, y muchas veces mentiras desconocidas, que un día cualquiera llegamos a descubrirlas y a enfrentarlas. Algunos las enfrentan con el silencio y la resignación, mientras que otros –como el joven de la historia-, se rebela y rompe con todo lo que vivió durante años.
        En mi caso particular, y sin haber hecho en la nota anterior detalle explicito, son varias las mentiras con las que decidí vivir mi vida. Las hay de las consideradas mentiras piadosas; de esas que no hacen daño a nadie, y que son utilizadas para ayudar a seguir adelante. Y están esas otras mentiras que terminan siendo la propia realidad de tanto convivir con ellas. Esas que cada uno de nosotros modificamos de acuerdo a nuestra propia experiencia de vida, y que de tanto repetirlas, llegamos a olvidar que son mentiras hechas realidad.
        Y existe en verdad una mentira que uno teme descubrir, la confirmación de que realmente fue una mentira. Una mentira que a más de treinta años de vida ya casi uno llega a olvidar. Pero aquella lejana mentira dio sentido a una lucha propia, a una forma de entender y afrontar la vida. Una mentira que uno siempre quería confirmar como tal, pero que la juventud necesitaba dejarla como realidad conseguida.
        Con los años son pocas las mentiras del pasado que pueden llegar a lastimar. La juventud –como la del joven protagonista- no permite muchas veces entender que todos tenemos que convivir con nuestras propias mentiras, sumadas a todas las que nos presentan desde el mismo día en que nacemos.
        Gracias.
        Valentín Temes  Coto.

LITERALMENTE COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto.
       

         

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