El
motivo que me lleva al silencio, es el total y absoluto desprecio que me genera
el Poder Judicial en la República Argentina.
Aversión, repugnancia, asco,
aborrecimiento, son las sensaciones que motivan mi silencio, ante la impotencia
de seguir estando privado ilegalmente de mi libertad, aun a pesar de tener las
pruebas constatadas de mi inocencia a disposición de varios tribunales
argentinos, y concretamente ante el Máximo Tribunal de la Nación.
Dolor, impotencia, y angustia
también se mezclan y generan esta sensación fea y gris, que da motivo a mi
silencio.
Descreído en todos los sentidos, me
siento alguien que ya no ve nada bueno en la raza humana y en las instituciones
creadas para convivir en sociedad.
Creo que son las excepciones de la
propia raza humana las que hacen que podamos conocer las cuestiones positivas y
valiosas que llamamos entre otras muchas como el amor, la solidaridad, la
honestidad, la paz, la comprensión,….e incluso la JUSTICIA.
Les aseguro que solo son las
excepciones las que dan sentido a nuestras vidas. La mayoría de nosotros
vivimos escondidos en los peores sentimientos de envidia, odio, corrupción, tiranía
y mentira.
Es posible que aquellos que desean
poner fin a toda la existencia de la raza humana, no estén tan lejos de lo
correcto, ni se los pueda considerar locos. Porque si valoramos el
funcionamiento diario de todos los mecanismos creados en la sociedad,
encontraremos –casi con exactitud- la terrible realidad de estar caminando
hacia la misma aniquilación de la humanidad, pero con el disfrute y éxito asegurado
de unos pocos sobre la dócil mayoría humana.
Son esos pocos, los que realmente podrían
intentar cambiar y mejorar el Mundo. Pero son ellos mismos los que utilizan a
millones de la mayoría para seguir con esta continua y calculada ANIQUILACIÓN
HUMANA, que ellos van regulando y graduando de acuerdo a los tiempos. Y así
llevamos más de dos mil años registrados en la historia, sin que fuésemos capaces
de entender la realidad.
El motivo de escribir notas para el
Blog se da por mis crueles convicciones generadas con el accionar de gentes con
título de jueces; de personas que tendrían que ser ejemplo para la mayoría, y resultan
ser “basuras humanas”, que los propios ciudadanos reconocen, permiten y
soportan.
El motivo que yo tengo es más que
suficiente para poder justificar mi silencio, mi odio y mi desprecio por casi
todo lo que nosotros fuimos educados a respetar.
Valentín Temes Coto.
COPIADO LITERAL DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto.
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