sábado, 25 de marzo de 2017

ESTAFADOR, LADRÓN......Y LOCO.

          Esta nota da cuenta de la más triste realidad que uno puede vivir en la cárcel. No crean que es la violencia física, o la muerte….La una y la otra son nada con lo que supone el perder la razón, y por lo tanto el control sobre sí mismo. Ver como día a día una persona va cambiando en sus palabras, en sus gestos, e incluso en su rostro con gran rapidez en pocos meses. Convivir con alguien que claramente va camino a la pérdida de la razón sin ser consciente de que ese será el peor mal que le puede ocurrir.
        Con algo más de cincuenta años este hombre no consiguió soportar el estar privado de su libertad. Las pastillas para poder dormir fueron el gran salto al vacío, camino de la locura que hoy ya no tiene remedio.
        El hombre en cuestión es hoy un espécimen de ser humano, que hace poco tiempo atrás podría ser considerado un ciudadano común. Pero la Justicia lo encarceló para castigarlo por haber robado. Por haber robado con cincuenta años, después de haber estafado mil dólares hace muchos años y haber ingresado en prisión por casi dos años.
        La implacable Justicia representada por los Magistrados adeptos, jamás dudan en aplicar el peso de la Ley sobre el ciudadano común que está indefenso ante su calculada fuerza vengativa, y mal llamada justicia.
        Una personalidad debilitada por cincuenta años de aventuras vulgares, no consiguió sostener la débil voluntad del hombre que no dormía, mal comía, y ahora no razona con cordura, en esta cárcel.
        Para el Poder Judicial no resulta importante, ni supone un problema, que un preso enferme aun cuando suponga perder la salud o la vida misma. Pero aún mucho menos le preocupa el constatar como un ser humano se vuelve loco en la cárcel. Supone una circunstancia que no llega al análisis ni valoración del juez de turno. El juez está para hacer cumplir la Ley cuando se trata de alguien común, que jamás podrá denunciar ni reclamar el exceso o abuso que ese mismo juez comete cuando lo “encierra” por un robo mísero.
        Tal vez pueda resultar curioso, que si fuese el Sr. Juez el encarcelado por un año, en lugar del simple estafador y ladrón, tendríamos como resultado a un preso psicópata  incapaz de soportar el encierro común. Y creo poder aventurarme que ante esta hipotética situación, de casi imposible cumplimiento, más y mayores serían los motivos para tener encarcelado al juez, en lugar del pobre estafador-ladrón.
        Desconozco si este preso tiene familia o amigos fuera de la cárcel. Pero no puedo imaginar cómo será la vida cuando el Sr Juez ordene su libertad y tenga que volver a la calle ¿Lo pensará el Sr. Juez?

        Valentín Temes Coto.

NOTA COPIADA DEL ESCRITO HECHO POR VALENTIN
Lolo Temes  Coto

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