Estamos recibiendo continuamente información en tiempo real
sobre sucesos delictivos que ocurren en nuestras sociedades.
Tenemos detalle pormenorizado de cómo se van resolviendo los
expedientes judiciales de la mayoría de esos sucesos que llegan a la “calidad”
de ser mediáticos. Y siempre nos preguntamos cómo llega a ser posible que los
medios de comunicación tengan detalle preciso de los expedientes, incluso antes
que los defensores y querellantes, según sea el caso. Son varias las respuestas
a tales situaciones; pero yo tengo el detalle de un caso, donde un periodista y
un abogado negociaron un “acuerdo” judicial -asegurado en medio del trató-, y
por varios millones de pesos argentinos, para conseguir la libertad y
absolución de uno de los imputados en una causa de tráfico y venta de
estupefacientes.
El caso es que la causa continuó sin haberse logrado el “acuerdo”
pagado por anticipado, y ahora se acerca la hora en que el abogado y su socio
el periodista, tendrán que explicar…..Explicar cómo es que cobraron por una libertad
que no llegó, ni llegará.
Abogado y periodista corruptos que pagan a fiscales y
jueces, al mismo tiempo que pagan a policías por tener detalle de atestados y
allanamientos que van generando en las causas mediáticas que generan clientes.
Es toda una asociación ilícita que se sostiene con dinero del
traficante que está preso, y que está obligado a llegar al “acuerdo” aun a
riesgo de ser muchas veces estafado por el abogado, el periodista, el policía,
el juez y el fiscal.
En la cárcel se conocen y descubren muchas situaciones que
uno cree solo pueden existir en las películas o series de tv. Pero como suele
ocurrir, la realidad supera la ficción, y aquí tenemos a varios personajes que
operan en los principales medios de información, y de estudios jurídicos engañando
vulgarmente a alguien que se dedica a la venta de estupefacientes.
Conocer los nombres y los detalles de casos como este aquí
mencionado, supone para mí un estado de desprecio y asco absoluto por todos
aquellos que hablan y escriben, junto a los que acusan, defienden y juzgan
siendo ellos, los parásitos que viven del monstruoso delincuente que destroza
las vidas de miles de consumidores de sus drogas.
Un monstruoso delincuente que un día se verá obligado a
realizar “justicia” por su mano propia, con aquellos que ya en más de una
ocasión lo engañaron.
¿Y el resto, dónde están? Todos aquellos que conocen y conviven con el
abogado, el periodista, el policía, el fiscal y el juez corrupto; ¿por qué no
dan la cara ante la sociedad y denuncian lo que bien conocen?
Valentin Temes Coto.
ES COPIA DE LA NOTA ESCRITA POR VALENTIN
Lolo Temes Coto.
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