sábado, 14 de mayo de 2016

-TRISTE COMPARACIÓN-


      
       En el año 1249 la Santa Inquisición comienza en el Reino de Cataluña; y en el año 1487 en el Reino de Castilla.
       Cuando alguien era llevado a juicio ante el llamado “Santo Tribunal de la Inquisición”, le asignaban un abogado, que tenía prohibido defender al imputado. Estaban prohibidos los abogados y notarios que podrían ayudar a los “herejes”, que los aconsejen o los apoyen, así como crean en ellos o los defiendan…. Así, en estos términos reza la bula del Papa Inocencio III.
       Para dar claro ejemplo de las doctrinas que aplicaban y defendían con sangre los inquisidores y los curas, detallo una breve de sus citas:
       “TODO AQUEL QUE ABRACE LA DOCTRINA JUDÍA ESTÁ RESPONSABILIZANDOSE DE LO QUE HICIERON SUS ANTEPASADOS; ESTÁ ASUMIENDO SU CULPA”.
       Sin entrar en más detalles que nos llevarían a llenar miles de páginas; propongo aquí la reflexión sobre cuánto es de diferente el desempeño de la Justicia del s. XXI sobre aquellos tribunales eclesiásticos de la Edad Media europea.
       A simple vista y superficial análisis, podríamos decir que nada tienen que ver unos con otros. Pero si uno se vuelca en leer dictámenes de muchos magistrados del tiempo actual, nos sorprendemos y asustamos al encontrar más similitudes que diferencias en el fondo y bases de los argumentos y doctrinas hay aplicadas.
       Hoy en cualquier litigio penal nos encontramos con la postura de un juez que intenta prohibir al abogado defensor o al querellante –según sea la posición tomada por el juez-, defender a su representado. En la actualidad el abogado no litigia contra la Ley, contra el delito denunciado; sino que se litiga contra el propio juez (inquisidor).
       Tampoco crean que puede ser una gran diferencia entre unos y otros tribunales, el que en la Inquisición era la Iglesia la que los manejaba, y hoy son tribunales laicos….En Argentina y también en España, nos encontramos con que la mayoría de los magistrados son católicos, cristianos y practicantes. Y para mayor preocupación de todos, me permito asegurar que también la mayor parte de estos “nobles ricos” magistrados de nuestros días, sostienen prejuicios tan xenófobos como aquel antes mencionado en referencia a los judíos, por parte de aquel Papa inquisidor.
       Creo lamentablemente que la Iglesia Católica continúa estando mucho más metida de lo que podemos ver a simple vista, en el núcleo del Poder Judicial.
       Notas de prensa, comunicados de organizaciones religiosas, y las acciones del Papa Francisco, nos permiten entender claramente como al igual que en la Edad Media, la Iglesia quiere tener un papel de control y dominio prácticamente total en el mundo.
       No es necesario leer mucha historia –no manipulada-, para encontrarnos con la Iglesia al lado, codo a codo con genocidas tan importantes como Hitler, Franco o Napoleón. Pero aún resulta más sencillo y fácil de constatar la intervención directa de la Iglesia sobre la Justicia en la mayor parte de los países, para llegar a mantener escondidos y sin castigo alguno, los miles de abusos sexuales practicados durante siglos y siglos, por los “representantes de Dios en la Tierra”.
       ¡Amen!
       
Valentín Temes Coto.

ESTA COPIADO DEL ESCRITO DE VALENTIN.
Lolo Temes Coto.

       

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