jueves, 28 de abril de 2016

CONFUSIÓN.



       Cuando uno lee los diarios al medio día o a primeras horas de la tarde, se queda con la sensación de ya estar desactualizado, porque la TV utilizando la información en tiempo real que ofrece Internet, ya nos presentó una nueva realidad.

       Tengo la sensación de que los diarios de edición impresa nos quedan para profundizar en el análisis de tal o cual información o investigación que presenten. Llegados a este punto nos encontramos con la importancia –hoy más que nunca- que tiene la credibilidad del periodista que firma su trabajo.

       Con la práctica de leer y así conocer opiniones diferentes sobre mismas cuestiones, se puede llegar a identificar a los que tratan de manipular los pensamientos y acciones de personas comunes que conformamos la sociedad.

       TV, diarios, radios, redes sociales y otros medios, son utilizados para gobernar y dirigir la sociedad.

       Hoy en día, la mayoría de nosotros –incluso los que estamos privados de la libertad- recibimos tanta cantidad y variedad de información, sobre cualquier tema o noticia en cuestión, que nos resulta difícil poder tener pensamientos claros y concretos al respecto. Todo este proceso infinitamente repetido e instalado en nuestro día a día genera un efecto peligroso y altamente nocivo: CONFUSIÓN.

       Con la confusión rodeada de información manipulada en uno u otro sentido, nosotros los ciudadanos indefensos ante esta avalancha de actualidad avanzamos hacia un futuro de riesgo para la mayoría de nosotros.

       Si analizamos el comportamiento de los gobernantes que están fuera de las sospechas por corrupción que ensucian a la mayoría; nos encontramos con personajes estafermos. Hombres y mujeres que no saben cómo reaccionar y dar solución a la CONFUSIÓN generada en nuestra sociedad.

       Resulta tan escandaloso y peligroso el presente que tenemos, que cuando uno escucha a los profesionales y especialistas de temas jurídicos –por ejemplo- escuchamos opiniones y leemos escritos totalmente contrapuestos sobre cuestiones que históricamente no ofrecían discusión alguna.

       Hoy todo es rebatible y opinable aun en cuestiones legitimadas por leyes y tratados.

       El ciudadano reclama ante gobernantes estólidos que se esconden en comunicados acotados por medio de las redes sociales.

       Pasan los siglos y seguimos siendo víctimas de nosotros mismos, sin encontrar realmente una solución.

       Valentín Temes Coto.

ES COPIA DEL ESCRITO DE VALENTIN
Lolo Temes Coto.

      


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