Existen tres formas de poder encontrar justicia:
1-La Justicia de los jueces. La que está definida en las
leyes.
2-La Justicia Divina. La que Dios define y aplica.
3-La Justicia Social. La del pueblo, la de los hombres.
Cuando alguien tiene que soportar una situación como la que a
mí me toca vivir, se pierde –después de cuatro años- toda la confianza y
respeto por la primera Justicia, por la de las leyes que son interpretadas de
manera distinta según quien y cual sea encausado. No somos todos iguales ante
este sistema de justicia.
Y aun también siendo algo creyente y nulo practicante,
resulta de difícil consuelo el quedar esperando a que la Justicia Divina –la segunda
enumerada- pueda ser recibida por los que deben pagar sus males. Aun cuando
aquí sí que suponemos que todos somos iguales ante los ojos de Dios…
Por el contrario, y viviendo en la situación de cautiverio de
manera injusta y habiendo sido todo esto premeditado y elaborado por jueces y
fiscales corruptos e ineficientes, y que reiteradamente venimos denunciando en
este Blog y en otros medios; me encuentro con el convencimiento de que solo es
posible resultar reconfortado cuando se aplica la Justicia del Hombre, de la Sociedad,
de las personas que se cansan de ser abusadas y castigadas por gentes que
amparadas en su estatus se permiten enriquecerse ilegalmente y mantenerse en
posiciones de inimputabilidad por los cargos que desempeñan.
Cargos de
funcionarios que los obligan a servir a una sociedad a la que en realidad
castigan y solo dan beneficio a los “amigos” que negocian de una u otra manera
para conseguir sus favores…
Desde este Blog me
pregunto: ¿Cuándo y cómo se hará justicia con los siete delincuentes
magistrados que han perpetrado este espantoso delito de encarcelar, chantajear
y condenar a tres inocentes a sabiendas, y con el cinismo de elaborar un plan
judicial que les permita salir indemnes de los delitos cometidos?
Hoy se, que estas siete personas leen el contenido de este
Blog; y que sus acciones actuales –de tres de ellos por lo menos- están
centradas en asegurarse de cualquier manera posible su libre impunidad. Se
mueven en las sombras tratando de esconder sus miserias y pasar inadvertidos en
medio de muchos de sus colegas que también dejan mucho que desear por unas u
otras cuestiones.
Presentaremos próximamente detalle de algunas de las últimas
acciones de estos siniestros personajes.
Y ante todo esto, solo puedo pedir por este medio que Ustedes
me ayuden a encarar día a día a estos siete delincuentes denunciados y a otros más
que puedan identificar, para perseguirlos sin descanso hasta que paguen cada
una de sus fechorías y actos de abuso que reiteradamente cometen.
¡Les pido que aporten sus comentarios, ideas y métodos que
consideren para poder aplicar la
Justicia Social!
Perdamos el miedo que nos imponen desde sus posiciones
sociales donde hacen abuso y ostentación con el poder que les confió la propia
sociedad.
Entiendan estos siete
personajes que hoy leen este Blog,
que ya solo me puede dar consuelo, el ver como cada uno de ustedes resulte
condenado y ajusticiado por la Ley de los Hombres; ya que ustedes me hicieron
perder cualquier esperanza de creer que algún Tribunal de los que conforman el
Poder Judicial en el Penal Económico. Y pido a la Sociedad que puedan realmente
profundizar en el análisis y condena de los muchos delitos por ustedes
cometidos en esta causa mal llamada “Manzanas Blancas”. Mal llamada, porque las
manzanas eran manzanas y siguieron siendo manzanas incluso cuando el
innombrable Juez Brugo ordenó donarlas y
perderlas junto al “Método de Ocultamiento” de la droga que bien saben
ustedes, de algunos que en ella manipularon, y que no fuimos precisamente
ninguno de los tres que delictivamente
culparon.
¿Cuándo y cómo pagaran
ustedes?
Son ya muchas las denuncias que se están haciendo publicas
contra miembros del Sistema Judicial, que de una y mil maneras cometen abusos
de poder, prevaricación y cohecho.
Falta el reclamo firme y enérgico de la Sociedad, que obligue
a esclarecer todas y cada una de las ya muchas denuncias presentadas en los
foros de comunicación.
Se necesita que la prensa realmente sea libre y que no esté al servicio del poder de turno, para así poder
presentar sin miramientos a todos los que actúan de igual manera que los siete delincuentes magistrados que
cometieron sus delitos en la causa Manzanas Blancas.
Valentín Temes Coto.
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