miércoles, 6 de julio de 2016

INDIVIDUALISMO.


            Es posible que cada uno de nosotros estemos confundidos con lo que realmente es la vida. Podemos llegar a pensar que todos tenemos más o menos fundamentos para justificar nuestras acciones y pensamientos. Todos tenemos el derecho de poder pensar diferente del prójimo. Creo que realmente todo esto es cierto.
            Pero lo que no se puede discutir, y está fuera de cualquier duda o polémica, es el cumplimiento de las leyes que regulan nuestra sociedad. Un delito no es opinable; es o no es delito, y punto.
            Abogados, jueces y fiscales viven manipulando la interpretación de esas leyes que fueron legisladas para ordenar y asegurar a nuestra sociedad.
            En la actualidad, se llegó a tal nivel de corrupción, que bien podemos asistir a claros ejemplos de fraudes judiciales en muchos de nuestros países occidentales.
            Normalmente nos estamos encontrando con legisladores, gobernantes y magistrados que están obligados a negociar acuerdos con grandes grupos económicos. Estos grupos económicos y todo poderosos pueden fácilmente lograr que el gobierno de turno obligue a los legisladores parlamentarios a cambiar y modificar tal o cual ley necesaria para su beneficio. Y por supuesto que todos ellos cuentan con el respaldo hipócrita y manipulado de la mayoría de los magistrados encumbrados en el poder.
            Toda esta situación no suele distinguir entre tal o cual ideología política, y lamentablemente solo podemos destacar a unos pocos personajes íntegros que suelen pasar por la historia sin más pena ni gloria que sus menciones fuera del contexto del momento puntual.
            Y aquí viene que la mayoría de los ciudadanos excluidos por estos grupos y asociaciones de poder, busquemos en alguna de las religiones y sus variantes, las respuestas y el amparo que en nuestras vidas son silenciadas. Religiones que también fallan y desprecian a sus seguidores, porque también “ellas” están unidas y entre lazadas con los poderes antes mencionados.
            Al encontrarnos solos y engañados durante el tiempo que dure nuestra vida; el único camino que nos puede conducir hacia una vida tolerable, es el  individualismo bien entendido y bien practicado.
            El individualismo va de la mano de la libertad, que es el bien más preciado del hombre. El individualismo respeta y convive con el prójimo, pero se esconde –porque desprecia- del poderoso, del corrupto, y del salvador que a nadie salva.
            Con el individualismo solo se cree en lo que uno y cada uno de nosotros podemos hacer y conseguir.
            No tienen sentido alguno, todas esas ideas viejas que refieren al bien común y a las soluciones globales y para todos. El mundo ya está globalizado por la comunicación en tiempo real; algo que cambio totalmente nuestras vidas aun sin habernos parado a pensarlo. Por así como estamos de comunicados, también tenemos que estar individualizados para poder buscar y encontrar las formas de ser más felices y dichosos como individuos, como personas libres.
            Siempre tengamos presente el ¿Por qué?
            Siempre busquemos la libertad.
            Valentín Temes Coto.

COPIADO LITERALMENTE DEL ESCRITO DE VALENTIN
Lolo Temes Coto.


            

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