Hace unos días me hicieron llegar un presupuesto de los
costos millonarios que tendrán que afrontar unos condenados por delitos de lesa
humanidad.
El Estado es responsable subsidiario junto a los funcionarios
condenados, y por lo tanto se ve obligado a tener que afrontar las cuantiosas
indemnizaciones que reconocen la sentencia.
Me sorprendí profundamente cuando también me explicaron el
destino que los beneficiarios darán a esas cifras millonarias. Sin lugar a
dudas tengo que felicitar a estas personas, al demostrar tener una integridad
moral muy superior a la de aquellos que cumplieron con el papel de
perseguidores y juzgadores, de los que a la postre fueron declarados inocentes…
Pero lo que más estupor me causó, fue el conocer que esos
jueces ineptos que junto a un equipo de fiscales manipulados políticamente se
empeñaron en imputar, procesar y encarcelar a como diese lugar, solo están
preocupados en conseguir poder salvar sus jubilaciones de privilegio, y poder
seguir desempeñando sus trabajos como jueces por el mayor tiempo posible… hasta
que los abogados de los ahora exculpados consigan –espero que no aflojen en la
lucha jurídica- hacer cumplir las condenas solicitadas por las querellas, y que
no son otras que tener presos por el
resto de sus vidas a estos jueces infames.
No serán estos los primeros magistrados condenados, ni serán
tampoco estas las primeras indemnizaciones que el Estado argentino tendrá que
afrontar por causa de los representantes de la Justicia Nacional… Tampoco serán
estos los últimos magistrados encausados y condenados.
Yo creo conocer el nombre completos de varios de esos futuros
funcionarios judiciales que tendrán que pasar a rendir ante sus colegas más o
menos permisivos para con ellos.
Lo importante es que todas las personas comunes tomemos
conciencia de la necesidad cada día más apremiante de enfrentarnos a los
corruptos opresores disfrazados de jueces, políticos o simples funcionarios públicos
que se consideran con el derecho de hacer e imponer sus criterios aun en contra
de las leyes y de las normas que los obligan a respetar.
Mi presupuesto es
mayor del que me mostraron.
El nuestro contempla la condena publica sin disimulo, sin
atenuantes, sin clemencia, sin perdón.
Me alegraría poder plasmar en este Blog el contenido de
nuestro presupuesto… ¡Imposible por
su extensión!
Valentín Temes Coto.
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