lunes, 5 de enero de 2015

FUERZA Y CONVICCION


                                   
Me preguntaban hace unos días, como podía ser capaz de estar soportando la injusticia de estar preso y mantener el buen ánimo, la fuerza y la convicción para seguir día a día luchando contra la corrupción judicial.
Respondí de forma simple, clara y concreta: Soy capaz precisamente, porque tengo la fuerza y convicción, de ser inocente y voy a dar un ejemplo a la sociedad con esta lucha tan desigual…
El diccionario nos dice:
fuerza. (Del lat. fortĭa). f. Vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que tenga peso o haga resistencia; como para levantar una piedra, tirar una barra, etc. || 2. Aplicación del poder físico o moral. Apriétalo con fuerza. Se necesita mucha fuerza para soportar tantas desgracias.
convencer. (Del lat. convincĕre). tr. Incitar, mover con razones a alguien a hacer algo o a mudar de dictamen o de comportamiento. U. t. c. prnl. || 2. Probar algo de manera que racionalmente no se pueda negar.
Yo me encuentro obligado a aplicar toda mi fuerza… con la convicción que tengo… y poder así convencer… a los pocos magistrados honestos he independientes que aun puedan existir en este País, para que hagan justicia y pongan a tres personas inocentes en libertad… al mismo tiempo que empiecen a tomar las medidas necesarias, para imputar y procesar a todos las personas que participaron de este entramado policíaco, judicial y empresarial que llamaron “Manzanas Blancas”…
Fuerza y convicción de que no hay personas que no puedan conseguir demostrar la falsedad, la mentira, y la arbitrariedad de unos cuantos magistrados y funcionarios que son lacayos del poder que los manipula.
Al día de hoy, tengo el completo convencimiento de que nuestra causa será ejemplo de lo malo del Sistema, y de lo importante que son los valores éticos de la gente común.
No puedo dudar ya al día de hoy, de que personas como el Juez Jorge Brugo y la Jueza Karina Rosario Perilli, terminarán procesados por delitos de suma gravedad, tales como prevaricación, abuso de poder, arbitrariedad, y cohecho.
Y tendrán estos dos magistrados, junto a los otros denunciados algo que difícilmente van a poder justificar: la privación ilegítima de libertad de tres personas…
Si alguno de los tantas veces mencionados en estas notas pueden leer estas líneas –o alguno de sus conocidos, familiares o amigos- que empiecen a valorar lo aquí expuesto, ya que no pasaran muchos meses para que todo esto ocurra…
¡La Justicia es lenta, pero segura!
Esta frase anterior es más propia de los aquí denunciados, que de un hombre que lleva más de cuatro años reclamando JUSTICIA…


Valentín Temes Coto.

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