sábado, 8 de agosto de 2015

ESA BUENA RUTINA.


Cada mañana me despierto con una rutina mental que me está haciendo entender cada vez de mejor y mayor manera cuales son las consecuencias directas e indirectas que mis familiares, socios y amigos estamos soportando por el actuar delictivo de las personas que están cometiendo el crimen de mantenerme privado de mi libertad con la premeditada intención de beneficiarse.

Mi rutina mental diaria, hace que mi mente se regenere en pocos minutos y yo pueda afrontar cada día desde la primera hora con total control y seguridad sobre mis actos y mis pensamientos.

Esta buena rutina diaria la mantengo con total disciplina desde hace ya varios años de encierro carcelario.

Puede uno pensar que para mantener un tipo de rutinas así, es necesario tener gran disciplina. Pero puedo asegurar que cuando uno logra manejar esas corrientes de pensamientos que se autoanalizan cada día en ese arranque mental; bien fácil y natural se convierte ese proceso diario.

No causa esfuerzo, no es necesario disciplinarse firmemente como si ocurre cuando uno tiene que someterse al cuidado del cuerpo, tanto en lo que puede referir al ejercicio físico o la hora de poner límites a ciertos abusos y desordenes culinarios.

Es una sensación maravillosa cuando casi de forma instintiva uno abre los ojos, fija la mirada en el limitado horizonte de la ventana… y se reinicia el sistema mental para comenzar un nuevo día.

Considero fundamental para cualquier persona el poder tener una manera de limpiar nuestro “disco duro mental” cada día para no ir llenando nuestra capacidad con un montón de desperdicios que vamos generando a lo largo de cada proceso diario.

En una situación de vida al límite como es la que yo enfrento mientras me encuentro aquí preso de forma injusta –cuestión que hace que resulte más insoportable el mantener la mente en orden-, resulta imprescindible el poder contar con mecanismos de autocontrol para no caer en la angustia y depresión que llevan a la destrucción del ser humano.

Aquí se pueden ver casos innumerables de hombres que pierden la salud física de forma grave por no poder dominar esas acumulaciones de residuos que se amontonan y multiplican en la mente de cada uno.

Tal vez algunos de los que lean esta nota se preguntaran si también ellos necesitan desarrollar rutinas de auto ayuda. Yo me permito asegurar por mi experiencia actual, y también por mi anterior existencia, que es imprescindible para poder vivir de forma sana.

Hace muchos años yo desarrolle una enfermedad que se llama vitíligo –también tiene una nota en este Blog-. Digo que yo la desarrolle, porque fue mi falta de control mental el que permitió que el estrés doblegase mis defensas físicas.

Eran años donde yo vivía a una velocidad que no podía manejar de forma correcta. Yo no controlaba mi propia vida y las situaciones que me parecían límite en aquellos momentos, me superaron manifestándose por medio de una enfermedad en la piel.

Hoy viviendo situaciones que están sin poderse comparar con nada de lo que yo haya podido soñar –como pesadilla-, vivir anteriormente tengo en cambio el total control de mi sistema de razonamiento y decisión.

Una rutina, esa buena rutina que yo pude lograr encontrar es sencilla y de fácil desarrollo. Cada uno de nosotros la podemos generar de acuerdo a las necesidades de cada cual.

Pero lo más importante para poder conseguir esta herramienta única e individual, es quererse a sí mismo por encima de todo y de todos…

¡La clave está en el YO!

Es precisamente ese YO, el que los represores encarnados en jueces, fiscales y demás siervos del Sistema corrupto que gobierna esta sociedad argentina, pretenden destruir para poder sostener sus teorías falsas y demagógicas.

Hagamos cada uno lo mejor que podamos, no dejemos que nos engañen con falsas creencias ni seres superiores que dicen actuar por y para nosotros. No existen ni los dioses que nos cuidan ni los humanos que nos guardan del mal y nos conducen hacia el bien…

Somos nosotros solos, sin más ayuda nuestra propia persona y un puñado pequeño de personas que nos quieren aun por encima de esos dioses y de los falsos profetas.


Valentín Temes Coto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario