En ocasiones a uno le pudo haber resultado difícil e incómodo,
el realizar algunas de las notas que se fueron presentando en este blog. Y
mucho más complicado para con uno mismo, fueron las miles de páginas escritas
en esta computadora que dieron comienzo a un libro y a varias carpetas llenas
de pensamientos, meditaciones e ideas que fueron generándose en mi mente
durante estos cuatro años de cautiverio.
Tengo que reconocer que en la mayoría de las publicaciones me
expresé de forma irrespetuosa, e incluso vulgar cuando me refería a los
magistrados que perpetraron el infame delito de privación ilegal de la libertad
en las personas de Nelson Fermin Hinricksen, Claudio Hernán Maidana y Valentín
Temes Coto.
Reconocer mi falta de decoro en referencia a los magistrados
tantas veces mencionados, no justifica mis expresiones de ningún modo, pero
también es cierto que la gravedad de las acciones cometidas por ellos, y el
empecinado mantenimiento de su delictiva conducta durante más de cuatro años,
hace que aun la persona más equilibrada mentalmente, resulte superada por el
dolor e impotencia de tanta injusticia.
Este escrito de hoy no pesa. Las frases se van generando con
rápida y cómoda soltura, mientras mis ideas se van desarrollando de forma
ordenada y armoniosa.
Tal vez resulte así de simple esta construcción, debido a la
convicción que uno tiene de estar próximo a conseguir la anhelada libertad.
Sin duda alguna a equivocarme, está comprobado que cuando una
persona consigue el equilibrio mental, todas las cuestiones que ese individuo
enfrenta se van despejando de forma clara y contundente.
Cuando alguien tiene la razón de la verdad, y logra mantener
su fortaleza mental -aun en situaciones límite como la que a mí personalmente
me toca soportar-, bien se puede asegurar que al final esa fortaleza hará que
la persona hoy castigada y amancillada salga fortalecida para poder enfrentar a
los que la humillaron vilmente.
Cada día van surgiendo más y más cuestiones que siguen dando
luz a todas las sombras que los corruptos representantes del Sistema,
intentaron proyectar de forma permanente.
Pero es muy difícil, por no decir imposible, que algo
sustentado en falsedades desde los primeros momentos se pueda consolidar.
Así las cosas, tenemos que al día de hoy ya pocos lazos
faltan para completar la verdad que intentaron –y casi consiguen- tapar con una
causa armada y burdamente desarrollada.
Valentín Temes Coto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario