Créanme cuando les aseguro en este blog, que los jueces,
fiscales y funcionarios judiciales de la Argentina, trabajan en su mayoría de
acuerdo a los intereses particulares de ellos, y también como grupo corporativo
de poder.
Créanme ustedes si les confirmo que entre las prácticas
habituales de “impartir justicia” nos
podemos encontrar con causas fraguadas, con imputaciones fraguadas, con prueba
irreproducible destruida por el propio juez de la causa directamente, con
ocultamiento de prueba principal, etc…
Créanme y confirmen lo que aquí escribo, cuando adjuntemos
próximamente la denuncia contra esta corporación judicial y las pruebas que
demuestran lo antes manifestado. Las pruebas no son ni más ni menos, que el
propio expediente “manipulado” por
estos delincuentes con investiduras de magistrados.
Créanme todos los que leen este blog, cuando les confirmo que
todos estos delitos cometidos por los magistrados, llevando a tener personas
privadas ilegalmente de la libertad, no se podrían llevar a cabo sin la
participación de los abogados defensores de la mayoría de los imputados. Unos
por desconocimiento, otros por sus propios intereses económicos, ya que cada
imputado encarcelado genera ante la desesperación propia y la de su familia un
continuo “chorro” de dinero para el abogado de turno.
Créanme también cuando afirmo que todo este sistema judicial
no va a mejorar por el cambio de tal o cual código. Las leyes no son el
problema de la Justicia… son los hombres encargados de aplicarlas.
Créanme realmente con gran preocupación, cuando les aseguro
que nosotros como individuos, estamos en una situación de inferioridad máxima
ante el sistema implementado en la mayoría de los países occidentales.
Créanme con máximo interés cuando les cuento por experiencia
propia que son capaces de hacer u omitir cualquier cosa con tal de poder sellar
sus intereses de poder y gestión.
Me creerán o no me creerán, pero si no encontramos una
propuesta que solucione el normal funcionamiento de la Justicia, seguiremos
siendo rehenes de los que en verdad tendrían que estar al servicio de todos
nosotros.
Lamento tener que retraer por unos pocos días más, la
presentación final de lo que nosotros consideramos “la escandalosa causa llamada Manzanas Blancas, y sus jueces.”
Valentín Temes Coto.
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