viernes, 6 de marzo de 2015

COMPARENDO

Escrito para Blog; a 21 de febrero de 2015.
                                  
Ayer viernes 20 de febrero, fui en comparendo al Juzgado Federal nº 6 en comisión especial –un móvil donde viajo solo sin otros internos-, después de haberme negado los dos días anteriores, al haberme intimado para hacerlo con la población común.
Durante los catorce meses que duró el debate oral, conseguimos mediante una acción de habeas corpus, que los tres imputados en la causa manzanas blancas, fuésemos siempre en comisión especial, después de haber sido agredidos y amenazados en varios de los traslados anteriores.
No fue el TOPE 3 el que accedió a nuestras peticiones, sino que se vio obligado el Tribunal, a cumplir con lo dispuesto en la resolución del habeas que presentamos por medio de la abogada de Claudio Maidana.
Pasé mas de dos semanas antes de ser intimado a ratificar la denuncia penal contra 55 personas –la mayoría son jueces, fiscales, funcionarios y abogados- por la privación ilegal de libertad de que soy objeto desde hace ya casi cuatro años.
Cuando ayer estaba en la celda de ingresos esperando a ser conducido al móvil para el traslado a Comodoro Py, los funcionarios del Servicio Penitenciario Federal, me preguntaron si yo tenía alguna objeción a que pudiesen viajar en el mismo vehículo, dos “homosexuales”…(sic.), travestis para ser más concretos.
Mi respuesta fue de aprobación, y al igual que en otras ocasiones anteriores, compartí durante una hora de viaje el espacio de la camioneta donde esposados en una mano, y enganchados a la cadena de cada uno de nuestros asientos fuimos acomodados.
Al regreso, ya por la tarde, también me solicitaron el poder viajar nuevamente de regreso al penal, las mismas personas, más otras dos señoras que venían para la unidad IV de Ezeiza –penal de mujeres-. Por supuesto que tampoco puse objeción alguna.
Quiero hoy dedicar esta nota a estas dos personas, que tienen una fuerte e inquebrantable lucha por buscar y reivindicar su condición sexual.
No voy a entrar en valorar los detalles físicos de cada una de estas chicas. No quiero caer en las conjeturas y valoraciones que normalmente expresamos los que tan equivocadamente nos consideramos normales…
Pretendo humildemente hacer mención y dar gran valor y admiración, a la capacidad que me demostraron ayer estas personas, para ser felices, para buscar alegría e ilusión en las miradas y en los comentarios machistas y vulgares del que son objeto diariamente.
Es admirable el escuchar sus comentarios sobre sus rutinas, la forma que tienen de enfrentar su propia lucha de identidad genérica.
Puede uno comprender los prejuicios que tenemos la mayoría de nosotros en referencia a estas personas diferentes. Discriminación admitida por la mayoría de la sociedad, que no fuimos educados para poder no solo entender, si no conocer la problemática real de las muchas personas que viven condenadas a un cuerpo que es la manifestación contraria a sus sentimientos e instintos.
Ayer, en el que posiblemente fuese mi último comparendo, aprendí una nueva lección de humanidad: Todos somos personas, y todos somos muy similares. Todos nosotros luchamos por ser felices. Y todos podemos encontrar motivos para reír, aun a pesar de tener que enfrentar cada día la discriminación de no ser el modelo que la sociedad da por bueno.
Considero que la política, la justicia, y de sobre manera la iglesia católica, debería de hacer una profunda reflexión sobre las personas que como ayer me acompañaron en el comparendo tan educador.
Mis respetos para todos los que son mejores que nosotros, siendo diferentes y viviendo orgullosamente con la reivindicación de su identidad.

Valentín Temes Coto.




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