jueves, 4 de diciembre de 2014

NO SE PUEDE ENTENDER

                                  
Primero.- ekknd c kkrf rf4  fckkcnc ckrkfjf  rkfnre3p3ro frojfrepforeojfmeojf nfefjjfwpefj jfjfjff`wwf ndde. Gjdde’effjfh hdhwdhb jfjfjfjf n1o4ufhhhf … jdhdw¡feuh.
Segundo.- Es posible que cuando creamos que lo que vemos es cierto, se pueda convertir en algo que jamás pudiese llegar a ser lo que jurídicamente se puede considerar racional, de acuerdo a la sana observación de los designados por y para siempre para este menester. La lógica indica que según apreciemos lo que consideremos necesario para el bien de nuestra sociedad, será algo que siempre se tendrá que aportar de forma cual que los imputados tengan la legalidad para llegar a demostrar que ante nuestra presencia serán siempre reconocidos como seres humanos. Tal vez en todos estos años de inquebrantables luchas para poder brindar a los ciudadanos lo mejor de nuestra amplia y consagrada experiencia de juristas, podamos considerar algunas premisas como estas, y aun  en situaciones de control fiel de la legalidad.
Tercero.- De acuerdo con lo anteriormente expuesto, y habiendo sido probado el grado de estupidez presentado ante este Tribunal, los condeno a la pena de Prisión Perpetua. Sigan viviendo… en libertad.
En los tres párrafos anteriores pretendo mostrar lo que se puede hacer cuando se tiene el poder absoluto para hacerlo.
El primero de los párrafos no guarda ninguna lógica de gramática, y por lo tanto solo se puede entender como una manifestación grafica sin ningún sentido de comunicación. Más bien algo propio de una persona demente o excéntrica.
El segundo de los párrafos, ya tiene manifestaciones que cualquier persona que domine el idioma español, bien puede hacerlo. Pero seguro que después de haberlo leído, no se tiene ninguna idea del contenido, del significado de este párrafo. Lo escrito en este segundo párrafo es la manifestación clara de lo que realmente son muchos de esos párrafos, que conforman sentencias judiciales y alegatos de fiscales. Y que se suponen como algo serio y concreto que es utilizado para condenar o absolver a los ciudadanos. Es decir, que “parrafadas” como la aquí puesta de ejemplo, forman parte de las farsas judiciales que el Sistema permite utilizar a algunos de sus fieles lacayos.
Cuando cualquiera de ustedes se pone a leer una sentencia como la de la Causa Manzanas Blancas –con más de 500 hojas- puede fácilmente entender lo que con el ejemplo anterior presento. Estamos en este caso ante una sentencia llena de imprecisiones, falsedades y maliciosos juegos de palabras que solo buscan confundir al que le corresponda leer y así sostener la arbitrariedad de un Tribunal en pleno.
Si alguno de ustedes quiere “disfrutar” de la lectura de la causa completa con más de 12000 páginas; puede solicitar en este Blog su deseo, y se lo haremos llegar. Pretendemos que la Causa Manzanas Blancas pueda llegar a ser material de estudio en las universidades de derecho, para que los futuros profesionales no caigan en comportamientos tan atroces, delictivos y vulgares como los que este grupo de magistrados y funcionarios judiciales argentinos generaron durante más de cuatro años de intensos horrores.
No piense nadie que estas manifestaciones, sumadas a los tres párrafos puestos como absurdos ejemplos del trabajo de algunos –más bien muchos- magistrados y funcionarios judiciales son exageraciones o simplemente difamaciones que yo manifiesto. Pueden ponerse a leer a cualquier escritor o periodista de este mundo, y verán que de la lectura realizada pueden sacar conclusiones y conocimientos. No importa el autor, ni la temática, ni siquiera el medio de comunicación… se entiende, se comprende lo que se lee.
Pero cuando aparecen los esbirros del Sistema, todo se hace confuso y sospechoso de tal o cual cosa, para bien o para mal… Pero no se entiende de forma clara ni concreta.
No les conviene que así sea. Con párrafos como el segundo, se permiten escribir de forma concreta y firme el TERCERO. Y así nos pueden condenar por lo que ellos consideren que “puede estar demostrado”…
Permítanme asegurar que lo único realmente demostrado hoy por hoy, al ser víctimas de todo este Sistema corrupto y degenerado, es nuestra condición de ESTUPIDOS, condenados a cadena perpetua en libertad… Eso que ellos llaman libertad.
Se pueden fijar ustedes cuales son las palabras y manifestaciones que utilizan los políticos, los abogados –gran cantidad de ellos son políticos- y funcionarios que prestan declaraciones orales ante algunos jueces independientes –haberlos hay-; que recurren a los monosílabos, o a las frases simples que no dicen nada: “Desconozco”, “No me consta”, “No recuerdo”, “Ignoro”, “Posiblemente”, etc…
Bien podemos entender nosotros, los ciudadanos comunes, que tanto los tres párrafos expuestos en esta nota, como la mayoría de los escritos judiciales, y los discursos de nuestros políticos actuales, tienen un componente común. Ese componente es el esfuerzo de unos y otros por mantenerse en sus lugares de poder y riqueza, sin importarles a la mayoría, la suerte que pueda correr la sociedad donde también ellos viven.
Son tan desalmados unos y otros, que llegan a olvidar que sus hijos y nietos tendrán que compartir el aire con nuestros hijos y nietos. Piensan que con asegurarles cantidades de dinero obsceno, o cargos de poder inmenso tendrán la felicidad asegurada por generaciones…
Quiero pensar que no será así. Incluso desde esta cárcel argentina imagino que mis hijos y nietos –que aún no nacieron- serán mucho mejores que yo, y no se resignaran a que todo continúe de igual manera.

Valentín Temes Coto.  

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