domingo, 2 de abril de 2017

PEDRO RUBENS DAVID.


 juez de la Casación Pedro David, de 85 años, un prestigioso jurista que ocupó cargos de relevancia en tribunales internacionales, no quiere dejar la Cámara de Casación tras el fallo de la Corte Suprema que rehabilitó la cláusula constitucional que indica que a partir de los 75 años los magistrados deben jubilarse o conseguir un nuevo acuerdo del Senado.

La cuestión de David puso en alerta a toda la Casación, al punto de que la presidenta del cuerpo Liliana Catucci se reunió ayer en su despacho con Juan Mahiques, el enlace del Ministerio de Justicia en los tribunales. El subsecretario de relaciones con el Poder Judicial escuchó de boca de la jueza la situación y le preguntaron cómo caería en el Gobierno si David se queda. La respuesta que recibió no conformó a la magistrada.

David es juez de la Cámara Nacional de Casación Penal desde la creación de este tribunal, en 1992. Su carrera judicial, sin embargo, había comenzado 40 años antes de este nombramiento. Tiene una extensa trayectoria académica, que incluye su Doctorado en Derecho por la Universidad Nacional de Tucumán y Doctorado en Sociología por la Universidad de Indiana, en Estados Unidos.

Es profesor emérito y ocupa diversos cargos en la Universidad John F. Kennedy, cuya rectora hasta 2015 fue María Elisa Herren, su esposa. También es profesor emérito de la University of New Mexico, en los Estados Unidos. Su vasta trayectoria le permitió desempeñarse bajo la órbita de la Organización de Naciones Unidas. Fue Juez Ad Litem del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, en La Haya. A su vez, David es miembro de un Consejo Asesor de la ONU.

Comparte la sala II de la Cámara de Casación con Alejandro Slokar y Ángela Ledesma. Integra la sala más garantista. Slokar, es funcioanrio del kirchnerismo y fundador e Justicia Legítima, con sus posicioines está cerca de los postulados del Gobierno anterior, y David y Ledesma, son más técnicos.

       Todas las mañanas antes de salir, tengo la costumbre de revisar los diarios digitales -argentinos y españoles-, encontrándome hoy mismo con una publicación relacionada al Dr. Pedro Rubens David, de la cual extraje estos cinco párrafos del comienzo, que son más sobresalientes para dar lugar a esta nota que les traigo a Vds.; pues como salía con apuro para visitar a Valentin, deje para ahora en la tarde su elaboración.  
       No deja lugar a dudas que el “curriculum vitae” de esta persona es muy relevante, y toda su trayectoria profesional de tantos años dan un perfil de ser una eminencia en su campo de trabajo dentro del ámbito judicial que merece un respeto.
       Pero Yo ahora y con conocimiento de causa, les reflejo el otro perfil de este Señor en su campo profesional al administrar las Leyes para hacer cumplir la justicia que es su obligación, y que en la causa que nos ocupa de MANZANAS BLANCAS, demostró y está probado su actuar de manera delictiva.
       La publicación que hice el 16 último pasado SIGUIENTE ACONTECIMIENTO, está referida a esta persona.
       En el último párrafo reflejado al comienzo procedente de diario La Nación, menciona a sus colegas de la Sala II de Casación -Ledesma y Slokar- siendo la primera -Ángela Ester Ledesma- a quien me refería en la nota del día 09 ACONTECIMIENTO IMPORTANTE; que dicho sea de paso, esta Señora ya se excusó nuevamente en otro expediente el día 21 de marzo pasado.
       Volviendo al Dr. Pedro R. David, es asombroso como actuó en perjuicio de Valentin, pues la forma de proceder que llevo a cabo en estos años no se corresponde con su prestigio judicial, sino que demostró todo lo contrario, por ello pesan sobre él varias denuncias penales de esta parte y que están bloqueadas en el Juzgado Federal Nº 9 de C.A.B.A. del Juez Luis Osvaldo Rodriguez, cuyas querellas penales tienen base en los hechos allí expuestos probados en el trámite de la vía procesal.
       Nosotros no inventamos nada, todo ello es fruto de un laborioso trabajo de la causa principal que nadie hizo caso a nuestros reclamos nunca, ni antes ni después del juicio; juicio que fue un circo para justificar una sentencia fraudulenta tergiversada por los integrantes del tribunal, secretarios y demás colaboradores para acallar a tres inocentes dejando así cerrado el caso, con lo cual los verdaderos culpables quedaban protegidos para no investigar.
       Y este Señor -como bien reconoció para excusarse-  junto con Slokar y Catucci confirmaron la sentencia el día 05 de Noviembre de 2015, estando también estos últimos denunciados penalmente antes de la fecha citada.
       La pregunta es obvia, y tendría que ser oída por el mencionado magistrado, dado que es el único que sabe la respuesta: ¿Qué le movió a este “prestigioso” juez comportarse así en la causa MANZANAS BLANCAS?
       Les dejo el link de la publicación en el diario La Nación:


Lolo Temes Coto.

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