sábado, 12 de noviembre de 2016

REALMENTE.

        Conseguir pasar las horas y los días sin preguntarse cómo encontrar una salida definitiva a esta situación de privación ilegal de la libertad que uno sufre desde hace más de cinco años y medio; supone el mayor esfuerzo mental inimaginable para cualquier ser humano.
        Ser capaz de poder dormir sin desvelarse en las noches, donde las preguntas multiplican a las respuestas supone llegar a tener un control mental importante.
        Tener la certeza y las pruebas que demuestran la inocencia propia, y la culpabilidad ajena de los hechos que falsamente, y delictivamente se me imputan, supone estar obligado a enfrentar al Sistema casi en solitario, impidiendo que consigan vencerte ante la desesperación e impotencia que genera la privación de la libertad.
        Con infinidad de recursos, que uno jamás pudo lograr conocer ni entender, los representantes del Poder Judicial, aniquilan sistemáticamente a los individuos que por una u otra causa se enfrentan sin rendición ni sumisión con sus formas y reglas inquisitoriales.
        Lograr solvencia y seguir dando la batalla legal, después de más de seis años, supone un importante logro personal, y sobre todo familiar; ya que son pocas las familias que consiguen mantenerse unidas durante tantos años de lucha desgastante ante el Sistema.
        El tiempo hará lo que los hombres encargados de hacer cumplir las leyes no hacen. Será otra muestra más de la necedad asentada dentro del Poder Judicial, que forzará a una familia a soportar los abusos por más tiempo, ya que como bien reza en el saber popular, la Justicia es ciega, sorda y muda…. Pero solo cuando a Ella le conviene.
        Lo importante, lo realmente importante pasa por tener la convicción absoluta de estar dispuestos a continuar con esta  lucha desigual, sin descanso y sin desfallecimientos, que pueda llegar a suponer una salida airosa para aquellos jueces, fiscales, secretarios y particulares que vienen cometiendo la  más variada cantidad de delitos dentro de una misma causa, que uno pueda llegar a imaginar.
        La certeza que da la razón, es directamente proporcional a la fuerza mental que hoy alimenta nuestras denuncias penales y todos  los recursos procesales que hasta ahora mismo siguen sin ser resueltos.
        Entenderán todos los que lean esta nota, que solo puede haber un final, al final. Un final donde más allá de los costos por nosotros soportados, los corruptos hasta ahora protegidos por el propio Sistema, serán víctimas de sus propias legiones de sicarios judiciales que se resisten a la inevitable fuerza de la VERDAD.

        Valentín Temes Coto.

ESTA COPIADO DE LO ESCRITO POR VALENTIN.
Lolo Temes Coto

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