Conseguir
pasar las horas y los días sin preguntarse cómo encontrar una salida definitiva
a esta situación de privación ilegal de la libertad que uno sufre desde hace
más de cinco años y medio; supone el mayor esfuerzo mental inimaginable para
cualquier ser humano.
Ser capaz
de poder dormir sin desvelarse en las noches, donde las preguntas multiplican a
las respuestas supone llegar a tener un control mental importante.
Tener la certeza
y las pruebas que demuestran la inocencia propia, y la culpabilidad ajena de
los hechos que falsamente, y delictivamente se me imputan, supone estar
obligado a enfrentar al Sistema casi en solitario, impidiendo que consigan
vencerte ante la desesperación e impotencia que genera la privación de la
libertad.
Con
infinidad de recursos, que uno jamás pudo lograr conocer ni entender, los
representantes del Poder Judicial, aniquilan sistemáticamente a los individuos
que por una u otra causa se enfrentan sin rendición ni sumisión con sus formas
y reglas inquisitoriales.
Lograr
solvencia y seguir dando la batalla legal, después de más de seis años, supone
un importante logro personal, y sobre todo familiar; ya que son pocas las
familias que consiguen mantenerse unidas durante tantos años de lucha
desgastante ante el Sistema.
El tiempo
hará lo que los hombres encargados de hacer cumplir las leyes no hacen. Será
otra muestra más de la necedad asentada dentro del Poder Judicial, que forzará
a una familia a soportar los abusos por más tiempo, ya que como bien reza en el
saber popular, la Justicia es ciega, sorda y muda…. Pero solo cuando a Ella le
conviene.
Lo
importante, lo realmente importante pasa por tener la convicción absoluta de estar
dispuestos a continuar con esta lucha
desigual, sin descanso y sin desfallecimientos, que pueda llegar a suponer una
salida airosa para aquellos jueces, fiscales, secretarios y particulares que
vienen cometiendo la más variada
cantidad de delitos dentro de una misma causa, que uno pueda llegar a imaginar.
La
certeza que da la razón, es directamente proporcional a la fuerza mental que hoy
alimenta nuestras denuncias penales y todos
los recursos procesales que hasta ahora mismo siguen sin ser resueltos.
Entenderán
todos los que lean esta nota, que solo puede haber un final, al final. Un final
donde más allá de los costos por nosotros soportados, los corruptos hasta ahora
protegidos por el propio Sistema, serán víctimas de sus propias legiones de
sicarios judiciales que se resisten a la inevitable fuerza de la VERDAD.
Valentín
Temes Coto.
ESTA COPIADO DE LO ESCRITO POR VALENTIN.
Lolo Temes Coto
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