Un grupo de amigos salieran a celebrar el triunfo de su
equipo de futbol. Pasaron por varios de los bares de su ciudad consumiendo
cervezas y vino sin poner control a los límites de tolerancia del cuerpo al
alcohol consumido.
La celebración se alargó hasta horas de la madrugada, y
cuando habían decidido regresar a sus respectivos domicilios, se encontraron
con la muerte al chocar su vehículo contra un camión estacionado en un lugar
prohibido en una de las avenidas de Bs. As..
Cinco personas jóvenes, cinco hombres, cinco familias se
perdieron en unos pocos segundos trágicos y brutales de un impacto a más de
cien kilómetros por hora.
Podría ser este un relato más de los muchos que llenan las
tan extendidas e invasivas crónicas de sucesos nacionales e internacionales;
pero no lo es…….
Esta historia tiene dos protagonistas principales
actualmente, que no estaban relacionados con ninguno de los cinco fallecidos:
Un abogado y un empresario.
El abogado “carroñero” siempre buscando pleitos ofreció a los
familiares de los jóvenes fallecidos la completa seguridad de asegurarse una
indemnización millonaria por la pérdida de sus seres queridos, si conseguían
demostrar –cosa hecha ya de antemano- la responsabilidad del propietario del
camión que estaba mal estacionado (en zona horaria de descarga) y contra quien
colisiono el vehículo que los jóvenes alcoholizados y a más de cien kilómetros
por hora conducían intempestivamente.
El abogado mediático consiguió con la ayuda paga de un fiscal
y un juez, procesar, condenar y encarcelar al dueño del camión mal estacionado
que dormía en su casa esperando para iniciar su jornada laboral al mismo tiempo
que los desafortunados e irresponsables jóvenes se estrellaban contra su único
medio de vida.
Uno de los argumentos contra el dueño del camión fue el de
ser considerado “un importante empresario del transporte” según el abogado de
las familias y el fiscal.
Este “importante empresario” era dueño de ese camión chocado
y de una furgoneta que utilizaba un empleado blanqueado a media jornada para
así poder hacer frente a los costes de la actividad.
Un abogado y cia.; consiguieron arruinar la vida de esta
persona y de otra familia, para poder cobrar honorarios uno y coimas otros
millonarias.
Creo que hay muchas cosas para cambiar en todo lo que hace el
mundo judicial.
Los familiares del abogado, del fiscal y del juez,
seguramente creen que tienen cerca seres honestos y valiosos…….
¡Son una basura!
Valentín Temes Coto
ES COPIA LITERAL DE LO ESCRITO DE PUÑO Y LETRA
Lolo Temes Coto
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