Tal vez podría contar cientos de anécdotas y situaciones que
uno vive en ésta cárcel argentina. Tengo la certeza de que con muchas de esas
notas arrancaría lágrimas en muchos de ustedes. Pero quiero hoy contarles la historia
con final feliz de uno de los internos que pasó por este lugar de
confinamiento.
Fue así: Un joven nigeriano que no era de Nigeria, ingresó al
país –Argentina- como turista…..en el año 2007.
El joven turista de raza negra, con pasaporte falso, y que no
era turista, se estableció en Buenos Aires y desarrollo en un par de años una
organización de distribución de cocaínas en los principales hoteles porteños, y
también en los lugares de moda en la noche de la Capital Federal.
Al mismo tiempo y en sociedad con dos ciudadanos argentinos, estableció las
conexiones necesarias para poder sacar sin ningún tipo de riesgo a cien mulas
–personas que transportan droga en sus pertenencias o mayormente en su cuerpo
después de ingerir entre 0,500 kgs. a 1,500 kgs. en cápsulas- por semana.
Los socios argentinos consiguieron que funcionarios de la
Policía Aduanera del Aeropuerto de Ezeiza y de Migraciones les garantizasen
total impunidad para ellos y sus mulas durante más de tres años, a cambio de
U$D100.000,00 semanales. Es decir: U$D1.000,00 por cada mula que era embarcada
en los vuelos de Iberia con destino a España.
El negro nigeriano, que realmente era de Sudáfrica, conseguía
la cocaína por medio de sus contactos residentes en Madrid (España). Contactos
que tenían una organización completa en Bolivia, y que se encargaba de entregar
semanalmente en Bs. As. más de 500 kgs. de cocaína para ser comercializada entre
la noche porteña y la mayor parte exportarla den de esas cien mulas semanales
de más de veinte nacionalidades, que siempre estaban dispuestas y ansiosas a
viajar.
Todo era perfecto para los tres socios y demás colaboradores,
hasta que una de las mulas se arrepintió antes de embarcar con destino a
Madrid.
Ni que decir que la organización también tenía controlado –pagado por anticipado- el ingreso de las
“mulas” contratadas a su llegada a España. Es decir, y tenemos cientos de
testimonios que dan certeza de que POLICIAS Y AGENTES ESPAÑOLES AL IGUAL QUE
LOS ARGENTINOS COBRABAN POR ASEGURAR EL INGRESO SEMANAL DE MÁS DE CIEN PERSONAS
CON DROGA DESDE EL AEROPUERO ARGENTINO DE EZEIZA EN VUELOS DE IBERIA. Argentina
y España unida por la corrupción policial aduanera……..
Pero volvamos a la mujer que cuando tenía que pasar por el
control aduanero y de migraciones,
decidido entregarse y declararse culpable. Es una española que fue reclutada en
una calle de Madrid. Consumidora de drogas, sexo y alcohol que tenía un hijo a
cargo de sus propios padres y que descubrió en Buenos Aires, que estaba
embarazada de dos meses. Ese embarazo fue el motivo del miedo a morir o a
destruir a ese hijo que ya tenía en su vientre.
Esta mujer española terminó con toda la organización
internacional de un “plumazo”, y sin siquiera haberlo pretendido ni entendido.
Por hacer disciplina de la brevedad, tengo que dejar sin
relatar todos los detalles y episodios ocurridos entre el momento en que la
mujer queda a cargo del Juez del Penal Económico, su ingreso y egreso de
prisión, y la tumultuosa detención, condena y excarcelación del muchacho
nigeriano nacido en Sudáfrica. La historia realmente valdría la pena contarla
para poder entender el nivel de corrupción existente entre las autoridades
judiciales y policías argentinos, así como la total falta de escrúpulos de las
personas que conforman estas organizaciones macrocriminales. Organizaciones que
son de dos tipos: Una oficial con jueces, fiscales y policías. Y otra con
privados desalmados que no dudan en matar a cualquiera si es necesario para sus
fines.
La mujer española entregó todos los datos que conocía
referentes a la organización que la contrató para llevar la droga a España.
Entregó esa información al Juez y consiguió ser excarcelada después de estar
dos meses detenida. Posteriormente fue condenada a dos años de prisión, por lo
cual continuó con el beneficio de la excarcelación sin poder abandonar
Argentina.
El juez, el Fiscal y el Tribunal de Juicio jamás se
preocuparon por la situación que enfrentó esta mujer –confidente arrepentido-
en la calle. Fue madre del hijo que ya esperaba, y actualmente vive en un
domicilio de prestado. El domicilio es de un recluso que recibía sus visitas y por las cuales le abonaba un dinero. Así es
como subsiste esta ciudadana española que ahora tiene un hijo argentino, y que
no piensa en regresar a España por falta de medios, vergüenza al reencuentro
con su familia, y también por la esperanza de conseguir formar una familia
junto a ese recluso generoso que pronto estará libre.
Por otro lado y tras la declaración de la mujer, fueron
detenidas tres personas en Buenos Aires. Eran los encargados de atender a la
“mula” –la mujer española- para alojarla en un hotel, entregarle las cápsulas y
controlar la correcta ingesta de las mismas. Esas cápsulas rellenas de cocaína
habían sido preparadas por ellos mismos. Estos tres hombres respondían
directamente al hombre de color que decía ser nigeriano y conocían también a
sus dos socios argentinos.
Los tres detenidos pasaron seis meses presos, porque cuando
plantearon a sus abogados que estaban dispuestos a entregar a los dos
argentinos importantes que eran socios del nigeriano, los letrados que habían sido puestos por la organización,
idearon un plan de defensa sencillo y práctico: Entregar al nigeriano,
responsabilizarlo de todo el entramado, y no mencionar a los dos socios
encargados de coimear a la policía aduanera.
El plan se desarrolló rápidamente con la anuencia y colaboración
del Tribunal que fue generosamente gratificado. El nigeriano de color negro,
nacido en Sudáfrica se pasó cuatro años preso, fue junto a la mujer española el
único condenado, y pudo irse en libertad para su país por haber guardado
silencio y soportar la maniobra urdida por sus socios y abogados. Disfrutó de
una buena vida en la cárcel y llegó a llevarse incluso una importante cantidad
de U$D (dólares) a su salida. La condena fue de 8 años y a los 4 años se pudo
ir expulsado para su Patria………
Ustedes se preguntaran cual fue el final feliz de esta
historia. Imagino que estarán pensando en la trágica vida se ve obligada a
soportar esa mujer española y su hija nacida en semi-libertad. Supongo que se
darán cuenta de lo corrupto que es el sistema judicial argentino. Entiendo que
también valoran muy negativamente a nuestros funcionarios de control en el aeropuerto de Madrid. Pero
tengo el convencimiento de que no pueden entender cuál puede ser ese final
feliz……
El negro nigeriano lo explicó fácilmente, con profundidad y
gran razonamiento, en estas palabras: “Soy
negro, con pasaporte falso, tengo antecedentes, disfrute de una buena vida en
Buenos Aires durante más de tres años, pasé cuatro años preso sin problemas y
con beneficios y lujos impensados para un negro preso, me dieron un dinero para
poder volver a empezar en otro lugar, sigo sano y vivo………ya solo tengo que
olvidar”.
Este fue el final feliz para ese hombre. Para la sociedad
toda esta historia es una muestra más del fracaso como conjunto.
Narcotraficantes, oportunistas vivos y funcionarios se mezclan permitiendo que
la droga se instale en medio de todos nosotros matando, corrompiendo,
enriqueciendo y arruinando a unos y a otros. No hay buenos ni malos en esta
historia real, solo víctimas de los que son sus propios victimarios.
Valentín Temes Coto.
07/12/2015
ES COPIA LITERAL ESCRITO DE SU PUÑO Y LETRA
Lolo Temes Coto
No hay comentarios:
Publicar un comentario