jueves, 23 de octubre de 2014

PERIODISTAS Y LIBROS

                                  
En estos años de injusto y obligado encierro llevo leído una importante cantidad de libros. Libros con muy variados formatos y temas tratados… Clásicos, de historia, algunos de ficción, y también unos cuantos que refieren al narcotráfico.
Los autores de esos libros que tratan como tema el narcotráfico, se presentan como especialistas de la materia. Pero exceptuando a uno o dos autores –evitaré dar sus nombres para no crear agravios en todos los demás- que realmente investigan y se la juegan en medio del mundo del narcotráfico, son especialistas en levantar informaciones de las causas judiciales, y dar por verídica y cierta toda esa información recopilada durante meses e incluso años.
Dicho esto, considero que esos libros no tienen más valor que el del pronto momento en que se editan y unos cuantos conocidos de cada autor que lo leen –aunque solo sea por encima- para poder opinar sobre el trabajo de su amigo de turno.
Los hay que reproducen de forma textual muchas partes de las resoluciones judiciales y demás datos, que sus contactos en los tribunales de turno, más las horas de trabajo en el escritorio hurgando por internet, y revisando las hemerotecas de los diarios de mayor tirada –que suelen ser precisamente los portavoces de esos Tribunales de lucha contra el narcotráfico- hacen a su trabajo de escribir esos libros. Y otros con menos esfuerzo aun que los anteriores, solo se dedican a adaptar las crónicas verbales y escritas que algunos magistrados y funcionarios judiciales les regalan como agradecimiento a su servicio informativo.
Y es así de esta manera tan simple como se engendran verdaderos “panfletos” de propaganda del Sistema judicial. Estos panfletos, mal llamados libros, se llenan en ocasiones de datos falsos e inexactos, tratando de generar una imagen de logros en la justicia argentina, y de errores enormes y consecutivos en la política de este país.
Todas las mentiras y verdades que se entremezclan en la mayoría de estos libros, se presentan con la leyenda de: “según fuentes judiciales.”
Con estas tres palabras los autores quedan a cubierto de poder escribir lo que consideren ellos o quienes los promocionan, cualquier falsedad que sea requerida y bien pagada.
Estos autores de libros (panfletos) que yo fui revisando, suelen ejercer su profesión –periodista, relator de una sola verdad, la del Sistema- de forma destacada y cotidiana en los diarios de mayor tirada de la Argentina.
Es decir, que tenemos mensajes todos los días en los diarios que llegan a la mayor parte de los ciudadanos. Varios de esos mal llamados periodistas desmenuzan en tertulias radiales esas columnas periodísticas escritas por ellos o alguno de sus colegas. Y finalmente “los soldados de la información” publican tres o cuatro libros –los que identifico como panfletos- durante el año para sostener o crear el clima en la sociedad que sus jefes les indican.
Este el sistema de funcionamiento de los medios, de los periodistas, y del Sistema. Es simple, organizado y concreto para conseguir el efecto de siempre: Mantener el Sistema.
Todo esto no es solo algo que ocurre en la Argentina, o en España… Forma parte del mundo desde por lo menos dos mil años, cuando algunos se empecinaron en escribir las palabras de otros, para conseguir dominar con premios y castigos a la mayoría de las personas que conformaban aquella sociedad.
Me gustaría leer un día un artículo, o un libro donde en un capitulo, o párrafo,  alguno de estos hombres y mujeres que trabajan al servicio del Sistema, escriban que se han equivocado y que aprovechan su herramienta de trabajo para disculparse con la Sociedad que han engañado durante años.
Recuerden estimados periodistas, que ustedes tienen familias, amigos, hijos que seguramente serán algún día pisoteados por el Sistema que les paga y que ustedes defienden con sus plumas.


Valentín Temes Coto.

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