miércoles, 15 de octubre de 2014

LA FAMILIA JUDICIAL, LOS 500 JUECES, Y EL JEFE…

              
Los días dos y tres de octubre se juntaron en Mar del Plata quinientos jueces de la Argentina.
En medio de esos jueces pude ver en unas fotos tomadas el jueves día dos, que se encontraban CUATRO de los SIETE MAGISTRADOS CORRUPTOS, que venimos denunciando sin descanso.
Y después de leer las crónicas de diversos, variados y opuestos medios de comunicación, me sorprendí con algunas de las manifestaciones que presento el Dr. Lorenzetti.
En realidad más que sorpresa fue confirmación de cuál es el verdadero pensamiento de la familia judicial, de una parte de esos 500 jueces, y de su JEFE.
Un pensamiento inveterado, del mismo modo que son los criterios de estos funcionarios, que por estar en un espacio superior al de sus semejantes, se sienten impunes ante los reclamos de los mismos.
Y lanzando un mensaje político de claro contenido fascista, antiguo y obsoleto se sitúan por encima de la sociedad en general. Lo hacen –eso si- invocándose como la última e independiente alternativa que les queda a los ciudadanos, para poder vivir en paz…
Presentan proclamas de unión entre ellos mismos, para protegerse de los agravios y de las críticas que les llegan por medios de comunicación y de los ciudadanos en general. Es decir que el problema no está en sus fallos, sino en la sociedad y en unos pocos periodistas que se atreven a criticar esos fallos.
Esta es la visión de los magistrados que se reunieron en Mar del Plata. Si es así de cierta esta afirmación que yo aventuro aquí, estamos realmente en un problema similar al que se vivió en Europa hace más de quinientos años…
Los representantes de la Justicia –esa alegoría tan particular- en Argentina, no se hacen eco de ninguna falencia propia, ni siquiera de la necesidad de adaptarse a los tiempos actuales que tan en evidencia están dejando a muchos de sus integrantes.
Con su Jefe al frente sueltan palabras de “grupo”, de “partido”, de “poder”. 
¿Qué son, que representan, a quienes representan, quienes les pagan?
¿Recordaran su juramento cuando asumieron el cargo?
Existen dos cuestiones que me sorprenden de sobre manera en esta “familia judicial”:
a)    La mayoría que son profundos creyentes, hacen oídos sordos de la palabra de Jesús a la hora de reconocerse en falta y ser humildes…
b)    Unos cuantos, muchos diría yo, que son tan seguidores y buenos traductores de la cultura yanqui, hacen desprecio de nuevas tendencias que sus colegas ya están empezando a poner en marcha para mejorar el problema de la droga en su desquiciada sociedad.
Será que realmente no son ni tan católicos ni tan pros americanos; y lo más lejos que llegan es a ser unos oportunistas del momento actual para aferrarse a sus sillones de poder tan bien retribuidos.
Y esta frase que merece una atención especial, a mi humilde entender:
“A los jueces y juezas les incumbe el combate del narcotráfico, pero necesitamos políticas de estado claras”
El Dr. Lorenzetti no creo que tenga conocimiento de cómo combaten el narcotráfico los jueces del Penal Económico. Imagino que desconoce las vinculaciones de varios jueces -como los que conformaron el TOPE 3 en la causa Manzanas Blancas- con organizaciones como la DEA. Quiero suponer –y así espero que pueda ser- que el Dr. Lorenzetti desconoce que cuatro de los jueces que lo acompañan en esa foto de “grupo unido”… son corruptos. Quiero no tener duda alguna –aunque ya no me caben más- que el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, desconoce como miembros del Tribunal que juzgó y condenó a tres inocentes se pasaron horas atendiendo sus celulares y comportándose como inquisidores. También me gustaría tener certeza del desconocimiento que pueda tener, en ver que una jueza que era Secretaria en la Instrucción de la causa, que tomo y participo de decisiones importantes y claves desde el primer día, se rehusó a apartarse como jueza en la conformación del Tribunal. Incluso después de haber sido nombrada por una testigo (funcionaria de la Aduana) que la nombró de haber despachado con ella –como Secretaria- la custodia de un contenedor con pruebas del delito… y que a la postre desapareció –se está cursando una causa en juzgado federal, donde están imputados el Juez de Instrucción Brugo y la testigo del debate Patricia Velázquez que despachaba con él en el juzgado- dejando a los tres imputados privados de su derecho de defensa.
Si llega a S.S este escrito, y puede interesarse por lo aquí expuesto, antes de que pasen más años, vera Dr. Lorenzetti que entre sus “fieles jueces de grupo” tiene inoperantes, corruptos y verdaderos delincuentes. Yo –sigo con mis ilusiones- quisiera que fuese S.S el que ordenase investigar como corresponde y con claridad el actuar de los jueces que trataron la causa Manzanas Blancas desde la Instrucción hasta el final del Debate Oral. De hacerlo así, no tengo duda de que en la próxima reunión de jueces, usted mismo haría un reconocimiento de responsabilidad y culpa por el abuso y engaño que parte de la sociedad sufrimos –en mi caso con la cárcel como morada- por estar bajo el desempeño de estos jueces que reiteradamente denunciamos: Jorge Angel Brugo, Luis Gustavo Losada, Luis Alberto Imas, Karina Rosario Perilli, Claudio Gutiérrez de la Carcova.
Ante este escenario tan desolador para un ciudadano común, como es mi caso, me pregunto cómo podré yo conseguir que unos cuantos de esos jueces reconozcan –viendo, analizando y confrontando las pruebas- que SIETE CORRUPTOS MAGISTRADOS DE ESTE PAIS cometieron la ilegalidad de condenar a tres personas inocentes, para poder así seguir presentando sus credenciales de lucha contra el delito. Y peor aún es que parte de esos SIETE DELINCUENTES, también son los que intentaron cobrar u$s 500.000 por liberar a este que aquí escribe y que sigue denunciando lo sufrido.
Desconozco cuál será el tiempo necesario para que en las fotos como las de ayer, se puedan distinguir con círculos rojos de desprecio y castigo a los que tan inmerecidamente, se sitúan al frente de una despreciable reunión de funcionarios caducos.


Valentín Temes Coto.

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