Hace
ya casi 4 largos años, el día 16 de junio del 2010, comenzó para tres personas
inocentes, así como también para familiares y allegados de cada uno de ellos, uno
de los mayores sufrimientos que una persona puede tener que soportar: la pérdida de la libertad.
Tres
personas imputadas en una causa de narcotráfico, sin tener más relación que el
ejercer sus profesiones en las empresas que de una u otra forma fueron
vinculadas a los hechos que dieron pie al llamado caso “Manzanas Blancas”.
Yo
soy uno de esos tres imputados. Me dieron el papel de principal responsable del
intento de contrabando de más de 3.000 kilos de cocaína, a través de una de las
empresas de exportación de frutas que yo dirigía en aquel momento.
Intentaré
ir reproduciendo todo con detalle todo lo ocurrido. Presentaré todo lo que fue
sucediendo desde el primer día en que se detectó una imagen sospechosa en uno
de los contenedores que estaban en el puerto de Buenos Aires con destino a España.
A
través de este blog y con la ayuda de mis allegados, iré incluyendo en las
próximas publicaciones copias de los testimonios tergiversados por el Tribunal
que realizó un Debate Oral y Público de más de catorce meses; y también
imágenes y sonido –son las grabaciones- de varias de las jornadas de ese juicio, que yo califiqué ante el
Tribunal de “circo romano versión
argentina del siglo XXI”.
Hace
ya bastante tiempo que vengo diciendo que esta causa dará para escribir más de
un libro y que sin duda será motivo de escándalos varios, debido a todo lo que
se fue produciendo desde el primer momento de la instrucción y hasta los días
posteriores de la presentación de la apelación a Casación por parte de las
defensas en el TOPE 3.
Todos
podrán comprobar cada una de las cuestiones que yo haga presentes, ya que
contamos con los testimonios de testigos de cada punto destacado y en cada
instancia. También, y de especial manera, indicar que contamos con la totalidad
del juicio grabado, donde se podrá dar veracidad a todo lo que desde este día iré
manifestando.
Tengo
que destacar que al día de hoy tenemos presentadas más de 25 denuncias en diversos
organismos y tribunales contra varios de los funcionarios intervinientes en la
causa y contra algunos testigos que pasaron por el debate a prestar testimonio,
siendo el perjurio y la reticencia las herramientas utilizadas para ocultar la
verdad, que tan cerca llegó a estar durante el juicio.
Permitió
el Tribunal en pleno –son cuatro jueces- que efectivamente fuese un “circo romano
versión argentina”, mejor decir que, más que permitirlo, lo buscó y promovió
para que así fuera. Arbitrariedad y prevaricación son los delitos cometidos por
los jueces y fiscales intervinientes.
Había
una sentencia condenatoria asegurada de antemano, que incluso obligó a que mi
defensor particular –Mariano Berges- presentase la renuncia a mi defensa antes
del inicio del debate, por haberse violado los mínimos derechos de defensa y no
cumplir el Tribunal con las obligaciones del caso. Algo tan claro que, tras de
catorce meses de juicio, se pudo comprobar que cada uno de los puntos que el
doctor Berges destacó en su renuncia fueron violados por el hacer de estos
jueces, los cuales no dudaron en llenarse la boca a la hora de presentarse ante
los medios de comunicación como unos esforzados luchadores contra el
narcotráfico… permítanme una pequeña sonrisa, aun estando en esta situación.
Tengo
por seguro, que después de leer y comprobar cada uno de los escritos y
manifiestos que presentaré en este blog, cualquier persona de bien, con un mínimo
de sentido común y algo de honestidad, podrá entender lo que realmente hicieron
éstos que se dicen jueces, fiscales, querellantes… y también varios de los
abogados que pasaron por esta causa hasta hace aun escasas fechas.
Entenderán
perfectamente, el dolor que siento al estar preso injustamente y haber sido engañado
por delincuentes que no conozco primero, por abogados después y finalizar
siendo burlado por los que juraron defender y hacer cumplir las leyes,
llamándose jueces, fiscales, secretarios… Este inmenso dolor e impotencia hacen
que uno tenga que esforzarse al máximo para poder mantener la serenidad mental
suficiente, esperando que un Tribunal superior ponga fin al abuso premeditado
de un sistema corporativista y corrupto, que con una sentencia de veinte años
pretende cerrar la boca del que escribe y de todo mi entorno. Para este fin, no
solo utilizan una sentencia sin fundamentos ni pruebas, sino que también
recurren al “apriete” de injuriar,
amenazar y chantajear por medio de causas y manifestaciones en los medios hacia
las personas de mi entorno más cercano.
Valentín Temes Coto
P.D: En las próximas publicaciones iniciaré el relato de este diario siguiendo el orden cronológico de los acontecimientos.
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