viernes, 30 de mayo de 2014

COMPLEJO PENITENCIARIO FEDERAL 1, EZEIZA.



Llegué a la Unidad 1, el viernes 8 de abril del 2011, cerca de la media noche.
Me recibieron en ingresos junto a otros detenidos que regresaban al Complejo después del “comparendo” (comparecencia) los funcionarios del Servicio Penitenciario Federal, los cuales me hicieron sentir la cruda realidad de estar preso. Lo hicieron con respeto, pero con la indiferencia y crudeza del que está acostumbrado a recibir a toda clase de personas que ingresan a prisión.
Lo primero fue el desnudarse para ser “requisado”. Entregar las pocas cosas que portaba y desprenderme de las prohibidas por el reglamento.
La primera vez que te hacen desnudar, extender los brazos, levantar los pies, mostrar los genitales y enseñar tu culo, te sientes… una cosa, un objeto. Y eso es lo que pasas a ser desde el primer día, “un paquete”, y es el nombre que después he escuchado tantas veces a los funcionarios de traslados que nos llevaron durante los catorce meses a juicio; y que al ingresar al complejo siempre detallaban la cantidad de “paquetes” (presos) que traían.
Un funcionario que tomaba las huellas al ingreso me dijo que había la posibilidad de ingresar directamente en el Modulo 5, que era de reciente creación, para extranjeros.
Creo que este hombre -que después vi infinidad de veces durante los catorce meses de juicio y al que agradecí enormemente el haberme dado aquella opción de ingresar, seguramente, en el mejor lugar del complejo, dadas las circunstancias de los detenidos que lo conformaban- vio en mi rostro el temor y la tragedia por la que estaba pasando y se compadeció de lo que podría llegar a ser mi primera experiencia carcelaria de haber ingresado en otro lugar, en donde las leyendas dejan de serlo para convertirse en realidad.
El responsable de un preso es el juez que lo tiene a cargo y, por lo tanto, se supone que Su Señoría debería de preocuparse de que ese detenido, al que deja bajo prisión preventiva mientras va a prestar declaración indagatoria, esté en el lugar adecuado y que se tomen las medidas necesarias para que esa persona– aún sigue siendo una persona y no pierde tal condición por el hecho de estar presa- pueda estar bajo el amparo de la ley, conservando sus derechos y no siendo presionado psicológicamente, ni físicamente…
Pero Su Señorí; el inefable Juez Jorge Brugo, no solo no se preocupó por estas cuestiones relativas a la seguridad del detenido Valentín Temes Coto; sino que por el contrario intentó que me pusieran bajo el régimen de resguardo incomunicado, para cubrirse de cualquier daño físico que pudiese llegar a sufrir en la cárcel de Ezeiza. Y si yo me suicidaba, cosa que bien pudo llegar a ocurrir, el “buen juez” también estaba a cubierto dejando la responsabilidad del caso en manos del Servicio Penitenciario Federal, por no haberme puesto en una celda de 3x1 sin ventanas ni barrotes, e incomunicado con el resto de la población… La experiencia y la humanidad de los funcionarios me permitieron llevar de manera más digna y humana mi estancia en este centro hasta la fecha.
Alguien debería revisar las veces y el modo en que los jueces van a los lugares de detención de sus procesados y también de sus condenados. Comprobar si las visitas son advertidas con anterioridad y guiadas como un “tour” donde los funcionarios que acompañan a Sus Señorías hacen a modo de sequito de un Emperador…
Falta el coraje necesario para que los que realmente conocen todos estos funcionamientos judiciales se decidan a denunciarlo y explicarlo abiertamente. El decir de un preso o de sus allegados, no es considerado ni escuchado y, por lo tanto, el Sistema continúa y continuará funcionando con los defectos y vicios de tantos años atrás.
Existe una herramienta que el recluso tiene para poder enfrentar los problemas que existen en la cárcel: Habeas Corpus.
El mal uso y abuso del Habeas Corpus, hace –lo digo con la experiencia de más de tres años de preso donde continuamente los internos presentan habeas- que hoy por hoy se esté utilizando este medio de reclamo para cuestiones absurdas e innecesarias; y que mayoritariamente se limiten a situaciones cotidianas generadas en la relación entre internos y funcionarios.
La mayor parte de los “habeas” que presentan los internos van contra funcionarios del Servicio Penitenciario y tienen buena acogida en los Tribunales, ya que hoy por hoy es “políticamente correcto” el cuestionar e investigar a los uniformados, y así estos jueces utilizan los habeas para degradar a estos funcionarios y utilizarlos de presa de la Justicia al servicio de los políticos de turno, asemejándolos con la policía del gobierno militar y el trato que áquellos brindaban a los presos durante esos años oscuros, a pesar que la mayoría de ellos ni siquiera hayan nacido durante la época y en nada puedan ser comparados con ellos.
Pero;  ¿qué respuesta reciben los habeas corpus contra jueces, secretarios y Tribunales? Normalmente ninguna respuesta, ya que el magistrado que recibe este tipo de habeas, se excusa y declina en otro Tribunal, para evitar afrontar problemas internos… Es también un modo de corporativismo…
Toda esta deformación causada por la falta de criterio y equidad que demuestran los Tribunales en el día a día, hacen que algo tan genuino y útil como es el habeas corpus, termine siendo en la mayoría de los casos una generación de burocracia costosa e inútil a la hora de mejorar las condiciones carcelarias de presos y de funcionarios.
Por todo esto reitero mi convencimiento de que el Sistema solo acepta la vía de la culpabilidad y ofrece una “salida” al que es culpable, pero
ser inocente y estar preso es algo similar a estar internado en un manicomio sin estar loco. No te puedes defender, Nadie te escucha, nadie te considera y el que decide cuando ingresas y cuando sales, te convierte en victimario, para así justificar ante la sociedad que él es la víctima.
Toda esta mala praxis practicada por la Justicia lleva a que todos apliquemos la política del “nada sé, nada vi, nada escuché y nada diré”.
Escribir estas cuestiones estando preso de forma injusta es doblemente más doloroso para mí. Pero aun a pesar del temor a recibir represalias por parte del Sistema, me siento en la obligación para conmigo mismo de hacer llegar a la sociedad la realidad de todo este anticuado y esperpéntico mundo de la Justicia en Argentina.

Valentín Temes Coto.

sábado, 24 de mayo de 2014

DENUNCIA ANTE EL CONSEJO DE LA MAGISTATURA, PRIMERA PARTE.

Empezamos hoy publicando documentos presentados para que quede clara toda la transparencia que mostramos a lo largo de todo este escándaloso proceso, lástima que la transparecia ofrecida desde nuestra parte no haya sido la misma en los entes de derecho.


Esta denuncia la presente el día 19 de Diciembre de 2013, como consecuencia del Veredicto dictado por el Tribunal Oral Penal Económico 3, el 16 del mismo mes.




DENUNCIA ANTE EL CONSEJO DE LA MAGISTATURA, SEGUNDA PARTE




lunes, 19 de mayo de 2014

UNA LUCHA DESIGUAL


Nosotros proclamamos la inocencia desde el primer día de esta causa, pero nos enfrentamos contra el Sistema Judicial argentino en general y, más en particular, en lo que hace referencia al fuero Penal Económico.
Al haber presentado de este modo nuestra defensa, se produjo una reacción corporativa de jueces, fiscales, secretarios y abogados contra los tres imputados y también contra familiares, amigos cercanos y abogados defensores de éstos.
Es una lucha desigual de personas comunes contra un fuero judicial.
No tenemos medios económicos para poder sostener una campaña en los medios de comunicación, que hagan posible el dejar en evidencia ante la sociedad, todas las irregularidades cometidas en este proceso. Por lo tanto solo podemos utilizar este Blog, para que la gente pueda comprobar y entender como es la realidad de la “justicia en Argentina”.
Tanto los jueces como los fiscales de Instrucción y del Tribunal Oral, actuaron con arbitrariedad, cometieron deliberadamente abusos de poder y autoridad, practicando el dolo y la prevaricación.
Ni el Gobierno de turno, ni los políticos son los responsables de que estos abusos se puedan cometer primero y justificar después con sentencias infundadas y manipuladas.
Los políticos y sus respectivos gobiernos no tienen más de diez años de duración en Argentina. Pero los jueces, mejor dicho la “familia judicial”, perduran durante décadas y se ramifica hasta el siglo.
Solo podemos apelar a la Sociedad, para que nos puedan ayudar en esta cruzada del siglo XXI contra la corrupta justicia argentina.
 Las fuerzas son tremendamente desiguales. No sería descabellado comparar esta situación a lo ocurrido durante la Edad Media, cuando el Tribunal de la Santa Inquisición actuaba en nombre de Dios al servicio de una minoría dominante…
Hoy los corruptos, los ineficientes y los cobardes están posicionados en el fuero Penal Económico argentino cumpliendo con las obligaciones de manejar y silenciar a una sociedad indefensa en la mayoría de los casos.
Para que se entienda bien:
Al tener que recurrir a un abogado para defenderse, la persona tiene que contar con recursos importantes para conseguir un profesional con ciertas garantías dentro del fuero.
Si se opta por un defensor oficial, se entra en seguir el manual del procedimiento del Sistema… Esto es asumir, callar y negociar penas. Jamás presentar una defensa de acuerdo a la Ley –teórica-.
Aprendí que hay un concepto que es principal en este Fuero Penal Económico; y que resume todo lo que me tocó sufrir desde el primer día: NO IMPORTA QUE SEAS CULPABLE O INOCENTE DEL DELITO QUE SE TE IMPUTA.
Son los crueles abogados –salvo las raras excepciones- los que te hacen presente esta realidad descrita anteriormente, desde el mismo primer día en que te fijan los honorarios a percibir.
Y después es cada Oficio Judicial, cada Escrito, cada Cuerpo de la causa el que te recuerda ese maldito y repetido concepto…
Es así, por lo que tengo el convencimiento de que todo este Sistema judicial solo está hecho y pensado para beneficio y solución del que es culpable. Jamás para el inocente…
El inocente, por el mismo hecho de ser inocente, pasa a ser víctima de jueces, fiscales y demás componentes del Sistema.
Si eres inocente y osas pregonarlo y demostrarlo, serás fuertemente castigado.
Si tu abogado es honesto –espécimen en extinción- y denuncia la injusticia y el abuso cometido, pasa a ser sancionado y perseguido… Véase el caso del Doctor Mariano Berges en esta causa Manzanas Blancas.
Un inocente, para salir lo menos lastimado de cualquier causa en el fuero Penal Económico argentino tiene dos caminos:
1-   Callar, otorgar, negociar, admitir y olvidar. Jamás denunciar, jamás demostrar, jamás hablar.
2-   Buscar el abogado recaudador –los hay con nombre y apellido, como veremos en otra nota- que negociará el pago a jueces y fiscales para conseguir la salida y el final de la causa.
Nosotros  no optamos por ninguna de estas dos soluciones, con la verdad y la inocencia por bandera nos enfrentamos al Sistema.
Solo me queda la esperanza de que “otros jueces”, que buscan cambiar lo establecido por siempre, profundicen y entiendan lo que esta causa, en las pruebas y en lo que el derecho y la ley dictan de forma clara y concreta.
Valentín Temes Coto

miércoles, 14 de mayo de 2014

DIARIO DE UNA PREMEDITADA INJUSTICIA Y SU CONSIGUIENTE PRIVACIÓN DE LIBERTAD, CRONOLOGÍA I


Empezaré esta serie de manifiestos, en el día 06 de abril del 2011. Ese día yo me presente junto con mi abogado, Mariano Berges, ante el Juez Jorge Brugo y el Fiscal de la causa Manzanas Blancas para prestar declaración indagatoria.
Habíamos solicitado contar con la presencia del Juez y del Fiscal durante los días que durase mi declaración y también que fuese grabado el audio de la misma. El Juez Brugo asistió, aunque marcando los inicios y finales de las jornadas de declaración a su antojo y estado de ánimo. La grabación no se pudo efectuar, porque el Código Procesal de la Nación no autoriza a grabar la declaración y, al parecer, el tribunal no cuenta con los medios económicos para ello, o así es como lo manifestó el propio juez, Sr. Jorge Brugo.
El señor fiscal, Emilio Guerberoff, no asistió a ninguno de los más de diez días en que presté declaración, en su lugar estaba su colega, Gabriela Ruiz Morales, y también el Secretario de la fiscalía de nombre Agustín.
Ese día miércoles, 06 de abril del 2011, a media mañana fui atendido por los anteriormente citados y comencé a declarar siguiendo el orden del expediente argentino, el cual había leído dos veces y estaba lleno de datos, unos confusos y otros falsos.
La prosecretaria, Elizabeth L. Magnani, se esforzaba por escribir detalladamente mis comentarios, resultando inútiles sus esfuerzos, así que el doctor Berges, que estaba revisando la redacción que esta buena mujer hacía y ante el mal desempeño, pidió el cambio de funcionaria para tal labor. Este fue el primero de los actos que molestaron al juez Brugo.
El caso es que poniendo yo el máximo esfuerzo en hablar despacio y repitiendo muchas veces los conceptos, fuimos consiguiendo que las declaraciones pudiesen llegar a ser entendibles. Valoro el esfuerzo de las funcionarias –tres creo recordar- que día a tras día escribían esforzándose en plasmar mis declaraciones en papel, en jornadas de entre dos y cuatro horas de duración.
Creíamos, tanto el doctor Berges como yo mismo, que al término de las jornadas de mis declaraciones, todo estaría lo suficientemente claro como para que el Juez Brugo dispusiese mi excarcelación y también mi sobreseimiento…pero nada más lejos de la realidad. El sentido común, la honestidad y el desconocimiento de lo que realmente es el fuero penal económico, hacían del abogado y del cliente dos ingenuos hombres denigrados y burlados desde ese mismo día del año 2011 hasta la fecha de hoy.
Al finalizar mi declaración ese primer día miércoles, me llevaron a la comisaria que está cerca del edificio de Tribunales (creo recordar que es la 38)… Con prisión preventiva fui recibido por los agentes que requisaron mis objetos personales y me condujeron a una fría, sucia y, por suerte, vacía celda; ya que no había ningún otro detenido esa tarde-noche.
Gracias a la intervención de un conocido de la familia y a la comprensión del comisario a cargo, permitieron que mi hermano Lolo –quien me acompaña de forma personal desde ese día hasta la fecha- me hiciese llegar una milanesa, un agua y un café para cenar.
A la mañana siguiente me trasladaron de nuevo al Juzgado y reunido con el abogado Mariano Berges, volví a prestar declaración, de forma precisa, ordenada y concreta sobre cada uno de los puntos que el expediente presentaba. Desde el primer día nosotros adjuntábamos al expediente documentación que acreditaba numerosas cuestiones, las cuales yo iba aclarando durante las declaraciones.
Mi estado de ánimo era confuso, ya que alternaba la rabia de estar pasando por una situación injusta y tremendamente vergonzosa, con el desánimo de sentirse perdido en medio de algo tan desconocido para mí, y teniendo que demostrar mi inocencia explicando toda mi vida. Tanto a nivel profesional, como personal, e incluso mi vida afectiva y familiar…
El saber que uno era inocente, nos daba tanto a Mariano Berges –mi defensor incondicional- como a mí mismo y también a mi hermano Lolo -que esperaba día tras día sentado en un banco del pasillo de tribunales junto a una maleta con las copias de todo el expediente- la energía necesaria para estar convencidos de que al final se aclararía todo y que mi justa exculpación estaba cada día más cerca… una ilusión.
Cuando finalicé mi segundo día de declaración –jueves- el Juez Brugo permitió que mi hermano Lolo me hiciese llegar un sándwich de milanesa, un agua y una fruta, para comer antes de volver a ser encarcelado. Fue un gesto de humanidad que hizo que yo volviese a creer que ese juez era humano, que tenía un sentido del deber y de la justicia y que haría que se comportase dignamente.
Ese jueves me llevaron a pasar la noche a la Unidad 28, que está situada en los bajos del Palacio de Tribunales. Fue también muy fuerte para mí el tener que estar encarcelado en el lugar donde mi pareja ejerce su profesión de jueza. Pensaba en lo que tendría que estar sufriendo ella, al llegar a la mañana siguiente y enterarse de que yo había pasado aquella noche allí encarcelado.
La Unidad 28 era terriblemente peor que la celda sucia y vacía de la comisaria. Me alojaron en un “buzón” –celda de 2,50 m. de largo por 1,50 m de ancho, con una espuma a modo de colchón, una puerta totalmente enchapada, sin luz y llena de orines y heces junto a millones de cucarachas.
Golpeé la puerta y pedí otro lugar de alojamiento, además de solicitar permiso para pasar por el baño y orinar. Después de más de dos horas me concedieron el “privilegio de la meada” en un retrete que estaba a diez metros de la celda que ocupaba pero el cambio de alojamiento no estaba permitido, ya que el Sr. Juez pedía que estuviese incomunicado bajo resguardo; amén de no haber ninguna otra celda en mejores condiciones. Me entregaron una manzana y con eso pude pasar la noche, sentado en una manta que permitieron a mi hijo hacerme llegar. Las horas se hicieron interminables aquella noche y el estado de angustia e impotencia llegaba a límites que jamás yo habría podido imaginar hasta llegado el día.
Viernes 8 de abril del 2011, me llevan ante el Juez, para seguir con mi declaración del tercer día. Llegaron la fiscal sustituta, Gabriela; el secretario de la fiscalía, Agustín; la prosecretaria; mi abogado defensor, Mariano Berges; el custodio del Juez Brugo; la Secretaria a cargo, Aida Ahumada, la cual nunca permaneció más de unos minutos en la pequeña habitación habilitada para prestar declaración; y por supuesto el Juez Jorge Brugo.
Una vez todos presentes y antes de comenzar a declarar, manifesté la necesidad que tenía de poderme asear. Era viernes y desde el miércoles no me había podido duchar, cambiar de ropa y ni siquiera cepillar los dientes. Nada me estaba permitido! Expliqueéque me sentía sucio y mal oliente  y que no creía que pudiese ser lógico el tener que soportar ese añadido al estar preso. También manifesté cual era la situación de las dos celdas donde había estado en las noches anteriores…a lo que el Juez Brugo, con tono socarrón, burlón y prepotente me respondió textualmente: “Bienvenido a la Argentina.” Yo le contesté que hacía diez años que vivía en Argentina y que conocía otro país y otras personas, que había otra Argentina y que los derechos humanos no distinguen raza ni origen de las personas…
Comprendí en ese momento, la clase de persona que era este juez Brugo y entendí que había caído en la ingenuidad de llegar a pensar que este hombre buscaría llegar a la verdad, para hacer justicia y no dejar que tres inocentes quedasen presos.
Al finalizar la declaración, el magistrado permitió que me hiciesen pasar algo de comer; y como gran gesto de benevolencia –así lo presentó este Juez- accedió a que mi hermano, en compañía del custodio del Juez y del funcionario del Servicio Penitenciario, me acompañasen al baño de la misma planta de tribunales para que pudiese asearme mínimamente con toallas higiénicas y también cepillarme los dientes.
Realmente fueron unos instantes donde tomé conciencia de la situación de preso que me tocaba sufrir tan injustamente. Las sensaciones de pena, odio, rabia, impotencia, angustia y dolor en lo más profundo de mi ser me hacían sentir vacío y confundido.
Tras ya más de tres años y desdepués de haber vivido todo lo que me tocó vivir y soportar hasta la fecha, me confirma que aquel fugaz pensamiento, cuando descubrí el verdadero talante del Sistema de justicia en el fuero Penal Económico de la Argentina, no sólo era cierto, sino que era peor de lo que podía llegar a pensar en aquellas fechas.
                  Valentín Temes Coto

domingo, 11 de mayo de 2014

DIARIO DE UNA PREMEDITADA INJUSTICIA Y SU CONSIGUIENTE PRIVACIÓN DE LIBERTAD, I


Hace ya casi 4 largos años, el día 16 de junio del 2010, comenzó para tres personas inocentes, así como también para familiares y allegados de cada uno de ellos, uno de los mayores sufrimientos que una persona puede tener que soportar: la pérdida de la libertad.
 
Tres personas imputadas en una causa de narcotráfico, sin tener más relación que el ejercer sus profesiones en las empresas que de una u otra forma fueron vinculadas a los hechos que dieron pie al llamado caso “Manzanas Blancas”.

Yo soy uno de esos tres imputados. Me dieron el papel de principal responsable del intento de contrabando de más de 3.000 kilos de cocaína, a través de una de las empresas de exportación de frutas que yo dirigía en aquel momento.

Intentaré ir reproduciendo todo con detalle todo lo ocurrido. Presentaré todo lo que fue sucediendo desde el primer día en que se detectó una imagen sospechosa en uno de los contenedores que estaban en el puerto de Buenos Aires con destino a España. 

A través de este blog y con la ayuda de mis allegados, iré incluyendo en las próximas publicaciones copias de los testimonios tergiversados por el Tribunal que realizó un Debate Oral y Público de más de catorce meses; y también imágenes y sonido –son las grabaciones- de varias de las jornadas de ese juicio, que yo califiqué ante el Tribunal de “circo romano versión argentina del siglo XXI”.

Hace ya bastante tiempo que vengo diciendo que esta causa dará para escribir más de un libro y que sin duda será motivo de escándalos varios, debido a todo lo que se fue produciendo desde el primer momento de la instrucción y hasta los días posteriores de la presentación de la apelación a Casación por parte de las defensas en el TOPE 3.

Todos podrán comprobar cada una de las cuestiones que yo haga presentes, ya que contamos con los testimonios de testigos de cada punto destacado y en cada instancia. También, y de especial manera, indicar que contamos con la totalidad del juicio grabado, donde se podrá dar veracidad a todo lo que desde este día iré manifestando.

Tengo que destacar que al día de hoy tenemos presentadas más de 25 denuncias en diversos organismos y tribunales contra varios de los funcionarios intervinientes en la causa y contra algunos testigos que pasaron por el debate a prestar testimonio, siendo el perjurio y la reticencia las herramientas utilizadas para ocultar la verdad, que tan cerca llegó a estar durante el juicio.

Permitió el Tribunal en pleno –son cuatro jueces- que efectivamente fuese un “circo romano versión argentina”, mejor decir que, más que permitirlo, lo buscó y promovió para que así fuera. Arbitrariedad y prevaricación son los delitos cometidos por los jueces y fiscales intervinientes.

Había una sentencia condenatoria asegurada de antemano, que incluso obligó a que mi defensor particular –Mariano Berges- presentase la renuncia a mi defensa antes del inicio del debate, por haberse violado los mínimos derechos de defensa y no cumplir el Tribunal con las obligaciones del caso. Algo tan claro que, tras de catorce meses de juicio, se pudo comprobar que cada uno de los puntos que el doctor Berges destacó en su renuncia fueron violados por el hacer de estos jueces, los cuales no dudaron en llenarse la boca a la hora de presentarse ante los medios de comunicación como unos esforzados luchadores contra el narcotráfico… permítanme una pequeña sonrisa, aun estando en esta situación.

Tengo por seguro, que después de leer y comprobar cada uno de los escritos y manifiestos que presentaré en este blog, cualquier persona de bien, con un mínimo de sentido común y algo de honestidad, podrá entender lo que realmente hicieron éstos que se dicen jueces, fiscales, querellantes… y también varios de los abogados que pasaron por esta causa hasta hace aun escasas  fechas.

Entenderán perfectamente, el dolor que siento al estar preso injustamente y haber sido engañado por delincuentes que no conozco primero, por abogados después y finalizar siendo burlado por los que juraron defender y hacer cumplir las leyes, llamándose jueces, fiscales, secretarios… Este inmenso dolor e impotencia hacen que uno tenga que esforzarse al máximo para poder mantener la serenidad mental suficiente, esperando que un Tribunal superior ponga fin al abuso premeditado de un sistema corporativista y corrupto, que con una sentencia de veinte años pretende cerrar la boca del que escribe y de todo mi entorno. Para este fin, no solo utilizan una sentencia sin fundamentos ni pruebas, sino que también recurren al “apriete” de injuriar, amenazar y chantajear por medio de causas y manifestaciones en los medios hacia las personas de mi entorno más cercano.

Valentín Temes Coto 

P.D: En las próximas publicaciones iniciaré el relato de este diario siguiendo el orden cronológico de los acontecimientos.

jueves, 8 de mayo de 2014

LA CAUSA ARMADA II


       Después de mi anterior artículo, y antes de proseguir con más publicaciones, estimé oportuno hacer este comentario, que quizá ya tendría que ser el parte del prólogo e ir incluido en el anterior a modo de presentación.
       Este blog lo hemos abierto con el convencimiento expreso de dar a conocer a los cuatro vientos cómo se armó esta causa y cuál fue el desarrollo posterior en su recorrido judicial, donde se atropella sin miramientos a inocentes, por ello es nuestro propósito denunciar públicamente a los responsables.
       Todos los relatos son consecuencia de hechos reales y vividos en primera persona, poniendo en ellos el énfasis propio de una cruzada para buscar la verdad que unos cuantos quieren tapar a toda costa  y sin albergar la más mínima piedad hacia los seres humanos a los cuales han imputado, y así tienen presos a unos inocentes sin impórtales nada en absoluto, sólo por salvar el sistema de cualquier manera, ¿cómo la mayor causa de narcotráfico en Argentina –según dicen mediáticamente- no va tener culpables?.
       Cuando se lucha por la verdad, uno no tiene miedo a presentarse dónde sea, ante quién sea, y decir con sinceridad cuales son los motivos para llevar a cabo sus acciones, pues como nada hay que ocultar, diciendo siempre y en cada momento la verdad, nunca se entra en contradicciones. No obstante, al contar la primera mentira, seguidamente se tienen que seguir diciendo más y más falsedades para ir tapando las anteriores, lo que a la postre termina destapando todo lo anteriormente inventado.
       En nuestro caso, nada hay que esconder, nada que ocultar, porque nada ilícito se ha hecho, esto es tan simple como contundente: NADA DE NADA RELACIONADO CON EL NARCOTRÁFICO SE HA HECHO, y Valentín Temes Coto, en los catorce meses de juicio, declaró sin ningún rubor, con total transparencia y sin ninguna contradicción, reiterando con total seguridad lo declarado en los diez días de declaración ante el Juzgado Penal 5 del juez Brugo, pero en esta ocasión  ampliando con más precisión datos de toda su vida comercial y privada, dejando claro todo, absolutamente todo, e invitando a las acusaciones y al Tribunal a que le preguntasen cualquier cuestión para que no les quedara ninguna duda sobre él.
       Personalmente, en mi periplo participativo en estos casi cuatro años, me he presentado ante cualquier instancia que tuviese relación en esta causa, pidiendo colaboración para descubrir la verdad y así evitar el injusto e irreparable perjuicio hacia mí hermano y todo su entorno familiar.
       Después de presentarse voluntariamente a derecho, y una vez terminada la declaración de Valentín ante el Juez Brugo, pedí ser recibido por éste, ante la  presencia de su Secretaria y estando yo acompañando por el Dr. Javier Berges, le supliqué que hiciera justicia en su procesamiento, y como percibí que me escuchó con notoria indiferencia y actitud burlesca, le dije directamente: “Señoría, regreso a España, nosotros no somos fuertes económicamente, pero sí moral y espiritualmente, por lo que le emprenderé una cruzada si algo le pasa a Valentín”.
       Y a partir de ahí, cuando no hay que ocultar ni nada de lo que avergonzarse, a posteriori comparecí, tanto personalmente como por por escrito, ante distintos estamentos pidiendo justicia: Derechos Humanos,  Sedronar, Consulado de España, Procuraduría General de la Nación, Jefatura de Gabinete de Ministros, Corte Suprema de la Nación, Cámara Federal de Casación Penal, Consejo de la Magistratura y otros, todo esto en lo que se refiere en Argentina, puesto que en España algo también hice, pero ya llegaremos a eso más adelante.
Agradezco su participación.
Saludos.
       Lolos Temes Coto