Hola.
Hoy,
lunes 06 de abril de 2020 se cumplen nueve años de aquel miércoles 06 de abril
de 2011, en que Valentín -acompañado por el Dr. Mariano Bergés y yo mismo- se
presentó ante el Juez Jorge Ángel Brugo, titular del Juzgado de Instrucción Penal
Económico Nº5, siendo secretaria la Dra. Karina Rosario Perilli, Y QUEDÓ PRESO.
Todo
hacía presagiar que con una declaración indagatoria amplia y diciendo la
verdad, se podría aclarar el origen equivocado de las actuaciones de
culpabilidad encaminadas hacia los seis imputados -tres aduaneros: Centeno,
Merse y Alzogaray y, por parte de la empresa exportadora Hinricksen, Maidana y Valentín-,
puesto que Valentín aparecía como la cabeza de todo el entramado por ser el
empresario, según circulaba en el ambiente judicial.
Se
quedó todo en nada, la causa ya estaba más que armada, y cuanta más verdad se
arrojaba para esclarecer los hechos, más datos se le facilitaban a los miembros
del poder judicial para tener elementos acusatorios, pues al tergiversar los
dichos reales, estos eran convertidos en incriminantes; lo dicho, la causa MANZANAS
BLANCAS ya estaba más que armada por los miembros del poder judicial de
turno para encubrir a los reales actores del contrabando de los 3.369 kilos de
cocaína, que no pasaron dentro de los contenedores de manzanas por la Aduana de
Villa Regina, procedentes de Allen, el día 04 de junio de 2010, y si fueron
introducidos con posterioridad, concretamente en Bahía Blanca, tal como se pudo
demostrar a posterior del juicio.
Hubo
un juicio de catorce meses -de octubre 2012 a diciembre de 2013- en donde con
este debate también nos creímos que la verdad iba aflorar, y fue todo lo
contrario, o mejor dicho, peor aún, pues el tribunal conformado por tres jueces
-y para colmo, allí estaba Karina Rosario Perilli integrándolo- hicieron un
circo romano, ninguna acusación de cargo se probó, sino que se ocultó prueba de
descargo y se manipularon actas de debate, grabaciones, rechazos de pedidos
defensivos, y demás irregularidades, con lo cual el tribunal -Luis Alberto
Imas, Luis Gustavo Losada y Karina Rosario Perilli (si, la que fue secretaria de
instrucción)-, fundamentaron y dictaron
el 14 de febrero de 2014 una sentencia condenatoria de lo más escandaloso que
nos podíamos imaginar para la imagen del poder judicial en este País, y de lo
más dañino y perjudicial para los condenados -Maidana, Hinricksen y Valentín, (a
los aduaneros intentan a día de hoy llevarlos a juicio)-, pues fue un acto
delictivo a todas luces, tal como a posteriori tenemos irrefutablemente
demostrado.
Si,
lo tenemos demostrado por activa y por pasiva hasta la saciedad en todas las
instancias por donde nos presentamos con nuestros escritos respaldados con esas
pruebas concluyentes, que salieron del propio expediente -nada se aportó ajeno,
porque las ocultaron dolosamente- y no fueron rechazadas, pero no las trataron,
pues tiran por tierra la sentencia condenatoria, dado que, al ser descubiertas
a posteriori, se niegan a tratarlas en todas las instancias incluida la Corte
Suprema de Justicia de la Nación.
La clave de todo estaba en el conductor del camión Miguel Antonio Suárez -hoy día fallecido-, pues esta persona tuvo participación activa en la trama -extensible a los miembros de la Empresa de Transportes Excer, S.L.-, quien cometió varios falsos testimonios y fue protegido por el poder judicial a todas luces -en juicio se pidió la detención y la denegaron-, es decir, siempre lo consideraron testigo sin más responsabilidad, si bien él fue quien transportó la cocaína; tenía que ser el primer imputado.
Bueno,
y ahora estamos en plena cuarenta con la paralización de actividad judicial,
lo que nos demora en seguir con nuestras presentaciones tal como corresponde,
pues vamos a continuar peleando en esta lucha sin igual contra la corrupción e impunidad que nos toca vivir.
Saludos,
Lolo
Temes Coto.
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