miércoles, 13 de septiembre de 2017

-PARA UN AMIGO QUE SE FUE-

Hace ya varios meses que dejé de escribir en nuestro Blog, esperando que alguna novedad importante en la causa, me obligue a tener que presentar una nueva nota interesante.

La noticia importante me llegó hace unos días, cuando mi hermano Lolo me dio la comunicación que por e-mail recibió de la esposa -ahora viuda- de Juan Cárdenas.

Juan y yo nos conocimos en el año 2006 en Rio Negro. Fue uno de los más importantes proveedores de fruta (pera y manzana) de mis empresas hasta el mismo año 2010, en que fui obligado a cesar en mi actividad.

Juan Cárdenas era frontal y apasionado en su trabajo, y en sus formas. Tenemos discutido fuertemente por diferencias a la hora de acordar un valor para la fruta por él entregada, y por mi exportada. Llegó Juan a marcharse con su camión cargado de peras y manzanas, y dejar mi empaque sin fruta para trabajar; porque yo le había descontado $10.000 (DIEZ MIL PESOS) en una liquidación de más de $300.000 (TRESCIENTOS  MIL PESOS).  Pero siempre nos volvíamos a sentar frente a una mesa, para negociar, acordar y seguir haciendo negocios año tras año.

Juan defendía su trabajo, su esfuerzo, sus productores, y su familia. De frente, sin vueltas ni diplomacia me dijo una mañana del 2009, que “ese hombre te va joder gallego; te va a robar, ya lo verás….(sic)”. Lo escuche pero no le respondí para no entrar en polémica y poder seguir adelante con aquel contrato que ya estábamos por firmar……El tiempo le dio razón a Juan…..ESE HOMBRE ME JODIÓ Y ME ROBÓ.

Juan Cárdenas se presentó en el juicio oral y declaró de forma clara y contundente a las preguntas del Sr. Fiscal y del Tribunal (TOPE3). Su testimonio aseguraba la total imposibilidad de haberse podido colocar droga en las cajas de manzanas mientras estaban en el frigorífico o en el empaque de la Empresa Frutol. Su amplia declaración fue desdeñada por el TOPE3, a tal punto que, si uno escucha la grabación del audio con los dichos de Juan, y los compara con el resumen que el TOPE3 presentó en la sentencia condenatoria sobre los testimonios; bien puede entenderse la arbitrariedad escandalosa que SS.SS. aplicaron durante todo el proceso. Los dichos de Juan Cárdenas, y de la mayoría de los otros testigos fueron “descartados” y olvidados, en claro contraste con la utilización y valoración de los dichos del conductor Suarez, con los que fundamentaron SU FALSA SENTENCIA CONDENATORIA.

Juan Cárdenas murió esperando que nos pudiésemos encontrar nuevamente frente a una mesa.

¡Lo siento de corazón porque Juan y yo éramos amigos!

No creo en la vida eterna ni en el más allá…..Pero desde aquí ofrezco y mantengo mi sincera amistad para con la familia y de mi amigo Juan Gregorio Cárdenas.


Valentín Temes Coto.

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