Hace unos días me preguntaba un amigo por teléfono, que como
era posible que jueces de distintos fueros en Argentina, no den solución –poner
fin- a los reclamos que tenemos planteados, en donde se denuncia -con pruebas
que constan en el propio expediente de la causa Manzanas Blancas-, la privación
ilegal de la libertad de la que vengo siendo objeto desde el 06 de abril del
2011. ¿???????
Mi respuesta lo dejó tan sorprendido como preocupado. A tal
punto que hoy me volvió a llamar por teléfono, para volver a plantear sus dudas
y preocupaciones. Preocupaciones que se fundamentan en el análisis de aquella
respuesta que lo acongojó.
Cuando yo le respondía a sus primeras dudas, lo hice de forma
natural y reiterativa puesto que todos los días mantengo este tipo de diálogos
con mis familiares y abogados. Pero mis palabras sembraron el terror en la
mente de un hombre que jamás se vio envuelto en una causa penal. Un ciudadano
que de igual modo me ocurría a mí antes del año 2010, desconoce lo que refiere
al trato con algún abogado penalista, a no ser que se refiera para jugar un
partido de tenis.
Este amigo que sigue el Blog con asiduidad, me llamo después
de haber leído el contenido de la denuncia penal por nosotros presentada contra
cincuenta y cinco personas en su mayoría magistrados argentinos; y también después
de releer varias veces las nulidades
presentadas el pasado dos de febrero del corriente, y que al día de hoy siguen
sin ser tratadas por ya más de una decena de jueces…
De la lectura realizada por mi amigo, es de donde nació la
conversación que dio pie a mi respuesta.
¿Cuál fue la respuesta a mi amigo?:
“El problema es que la
mayoría de los jueces y funcionarios judiciales son ineficientes, en muchos
casos corruptos, tienen un sentido innato del corporativismo que los lleva
actuar cometiendo ilegalidades reiteradamente. Y prácticamente todos esos
jueces se creen seres superiores, lo que hace que vivan en una burbuja fuera de
la realidad de lo que es la sociedad. No se esfuerzan por mejorar ni
actualizarse, y actúan por sus convicciones despreciando en numerosas ocasiones
las leyes que ellos están obligados a cumplir y hacer cumplir. La consecuencia
de todo esto, es que cualquiera que se vea involucrado en una causa penal puede
fácilmente terminar con su vida, y también con la de su familia, arruinada para
siempre. Piensa en todo lo que estamos pasando nosotros, lee nuestras denuncias
y veras como podrás entender la realidad que nos tiene a todos en esta
situación injusta e ilegal que va camino de cinco años.”
Esta fue mi respuesta, que no es más que la repetición del
convencimiento que uno tiene después de estar día a día litigando con los
representantes del Sistema.
Valentín Temes Coto.