Hola.
Actualmente nos encontramos en una situación
francamente “avanzada” tanto en la procesal como lo penal, y como tal, publico
esta sencilla nota.
Cuando mencioné en publicaciones anteriores que cada
vez estábamos más cerca, no me equivocaba si los miembros que conforman el
poder judicial principalmente -y otros del poder ejecutivo- que conforman las
distintas instancias por donde circulan nuestras presentaciones, cumpliesen con
sus obligaciones en aplicar la Ley tal cual es su deber.
Pues bien, la vía procesal está prácticamente
agotada y anclada en el último poder de la Nación -Corte Suprema de Justicia-,
donde los Excelentísimos Ministros ya tienen el conocimiento suficiente de lo
acontecido en las instancias inferiores, y a mayor aclaración con motivo de las
excusaciones de los magistrados de Casación Penal -así como de otros delitos
ocurridos con anterioridad a la sentencia y demostrados últimamente-, están despojados
de competencia para seguir tratando nuestras presentaciones.
En la vía penal, están denunciados jueces, secretarios
y fiscales que tienen relación con estas actuaciones, pues sus actuaciones
delictivas están demostradas sin lugar a duda, y todo ello en pleno trámite
hasta llegar a las últimas consecuencias.
Todo este actuar de prevaricato por parte de los
responsables del poder judicial afectos a nosotros, está encaminado para
conseguir no avanzar en el verdadero hilo conductor en esta causa desde el
mismo momento de aquel día 04 de Junio de 2010 en que se cargaron las manzanas
en Allen, provincia de Rio Negro, fecha que es cuando verdaderamente comienza
el actuar delictivo del conductor del camión, más lo acaecido en días
posteriores, -todo probado irrefutablemente-, con lo cual, la punta del iceberg
es esta persona, Miguel Antonio Suarez, quien colaboró/acomodó la cocaína dentro
del contenedor en Bahía Blanca, y la transportó hasta Capital Federal.
El delito de contrabando está probado sin lugar ninguna
duda, tal como nosotros tenemos planteado en todas las instancias pertinentes
por medio de las coordenadas, alteraciones en la temperatura del contenedor y,
los desplazamientos del camión, tanto en movimiento como parado, y con el motor
en marcha o apagado.
Pues bien, con todas estas pruebas que arrojan la
involucración directa del conductor, es lo decisivo para demostrar la inocencia
de Valentin, Hinricksen, Maidana, Alzogaray, Centeno y Merse, sin ningún tipo
de duda, por lo cual se mire por donde se mire, esto es irrebatible y, no lo pueden
tapar.
Saludos,
Lolo Temes Coto.